Descripción de la Exposición
El 16 de noviembre, la Galería Álvaro Álcazar presenta la exposición individual del artista moscovita Andrei Roiter (1960), una exposición que incluye alrededor de veinte obras creadas en los últimos años, que incluye cuadros y una escultura. Doce años tras su exposición individual en la Galería Fúcares, el artista vuelve a Madrid con una gran exhibición que estará disponible hasta mediados de enero de 2024. El trabajo de Andrei Roiter es la compilación de toda una serie de experiencias personales, comenzando por su juventud- marcada por el totalitarismo soviético-y extendiéndose hasta el actual clima político global. Cuestiones como la emigración, el exilio voluntario y la búsqueda de su propia identidad, están presentes en el repertorio iconográfico del artista, ya sea de manera explícita o como referencias simbólicas. De esta manera, uno de los elementos que Roiter recientemente repite es el rectángulo con el círculo en el centro, como en “Opening”, #2,#3 y #4, en los que el artista nos habla sobre la apertura y el escape. Una de sus obras favoritas de un viejo amigo suyo, Ilya Kabakov, es “Man who Flew into Space from His Apartment”, una instalación que incluye un agujero en el techo de un apartamento a través del cual el ocupante se expulsó a sí mismo al espacio. Roiter se relaciona por su autobiografía con la pieza, pues él huyó de Rusia al final de los 80. Roiter está también inspirado por otros artistas que interactúan con los límites espaciales, como Lucio Fontana y Gordon Matta-Clark, quien usaba edificios vacíos como medio para abrir grandes huecos en sus fachadas, dejando el vacío en el interior. En el caso de Roiter, sus rupturas iluminan un espacio oculto y metafísico tras el lienzo. Las cajas de cartón o de mudanzas (“Yellow Tower”, “Spire”) aparecen también frecuentemente en sus obras, en ocasiones formando toscos modelos de edificios que parodian grandes torres empíricas como el Empire State y el Kremlin. La arquitectura es, precisamente, uno de sus temas más repetidos (“Ivory Tower”), pues debe ser recordado que se formó durante años en esta disciplina. Desde una perspectiva formal, el trabajo de Andrei Roiter está caracterizado principalmente por su maestría técnica y la austeridad que rodea las formas y la paleta de colores, predominantemente limitada a tonos verdes, sepias, rojos y marrones. Estos tonos, generalmente terrosos y apagados, subrayan la melancolía del artista, aunque, aún así, se da la persistente presencia de una luminosidad resplandeciente.
Exposición. 12 nov de 2024 - 09 feb de 2025 / Museo Nacional Thyssen-Bornemisza / Madrid, España