Olmo Blanco inicia su formación artística en la facultad de Bellas Artes de Salamanca, siendo becado para completar sus estudios en Lieja (Bélgica), Granada y Santiago de Chile, lugares en los que empieza a definirse artísticamente a través de su obra. Una obra puramente pictórica en un contexto en el que priman las nuevas tecnologías como instrumento creador contemporáneo. Su lenguaje se mueve en lo cotidiano, en lo periférico, cuestionando la oferta de la sociedad de consumo mediante sutiles planteamientos que transcienden a lo convencionalmente estético. En esta su primera exposición individual en una galería de arte, nos propone un discurso crítico sobre la imposición de la tecnología como elemento anulador del proceso y de la experiencia, que nos aparta del trayecto y nos conduce de forma inmediata al fin. Surge así una obra con una carga reivindicativa que se mueve entre lo romántico y ... lo poético, planteada desde postulados de crítica al sistema. Las decoraciones de sus lienzos, la mecanización, la repetición manual de patrones decorativos, se contraponen a las imágenes tratadas tecnológicamente (fotocopias), de elementos del entorno cotidiano del propio artista. El fruto de este trabajo es una obra actual, que se mueve dentro de los cánones de la pintura y que no deja indiferente al espectador.

La exposición recoge su trabajo más reciente y está compuesta por quince obras realizadas en técnica mixta sobre lienzo y una intervención pictórica en las paredes de un espacio de la sala, cuya ejecución se desarrollará a lo largo de varios días de la muestra. De forma paralela y en el contexto del programa Roteiro, intervendrá artísticamente en un espacio público de Santiago, junto a una selección de jóvenes artistas de la ciudad.

Olmo Blanco, con tan solo 26 años de edad, es uno de los nuevos valores del arte actual por el que la galería METRO apuesta de forma clara y decidida, basándose en criterios de calidad, de continuidad y de proyección de futuro.