Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- -------------------------------------------------------
I hardly ever knew what I wanted, yet what I didn’t want. And mostly succeeded in avoiding the latter. This attitude resembles my working process. Fragments of concepts and spontaneous ideas vary, hence I always work on several pieces at the same time. Content, material and representation are manifold, improvisation is confronted with concepts. En raras ocasiones supe lo que quería, o lo que no quería. Aunque tuve más éxito evitando lo último. Esta actitud se asemeja a mi proceso de trabajo. Fragmentos de conceptos e ideas espontáneas varían, lo que de alguna manera me obliga a trabajar siempre en varias piezas al mismo tiempo. El contenido, los materiales y las representaciones son múltiples, la improvisación se enfrenta al concepto. Oliver Czarnetta, 2015. Historiador de arte, filósofo. Tras años de estudios sobre arte y filosofía e incapaz de permanecer desempeñando el distante papel de observador, como crítico o docente, se entrega al proceso creativo de forma casi inevitable. Sus años dedicados a los estudios y su precipitación en la actividad artística hacen visible una competencia en clara lucha y en clara convivencia entre la improvisación y el concepto. Siendo su obra tremendamente espontánea en cuanto a los materiales, la ejecución y el planteamiento que Czarnetta hace de ambos, se intuye en ella un discurso que trasciende y fundamenta una simplicidad tan sólo aparente. Quizá sea su profundo conocimiento de la historia del arte y la filosofía lo que le conduce al replanteamiento de absolutamente todo. Y quizá sea el exceso de este disciplinado estudio lo que le “obliga” a dejar el desarrollo de su práctica al azar, a tratar de actuar con absoluta libertad ante las formas, los conceptos y los materiales. Su preocupación por la relación del hombre tanto consigo mismo como con los que le rodean, esos que él mismo llamará “espectadores”, se convierte en hilo conductor de su discurso artístico. Parece concebir a unos y otros como energías que interactúan entre sí de forma positiva y/o negativa pero siempre influenciándose, condicionándose entre sí. Al comienzo de su carrera artística su gran preocupación por aquello que ocurre dentro de la cabeza, de la mente humana, le lleva a dedicar siete años a la creación de esculturas que recrean la forma de la cabeza. En un principio su tamaño es diminuto, fácilmente abarcable por una mano y poco a poco, con el paso del tiempo, aumentará hasta llegar a ser fiel reflejo de la suya propia. En las primeras los materiales que empleará son totalmente opacos, desde bronce, escayola o yeso hasta cinta de embalar. Éstos materiales no están elegidos de forma casual, todo en ellas tiene una connotación particular, una correspondencia, una referencia concreta. Sus primeras piezas nos mostrarán tan sólo una expresión, un gesto, que en ocasiones recuerda a esculturas antiguas y en las que, debido a su pequeño tamaño, el resultado es obra de las huellas de los dedos del autor que las modela como si de bocetos se trataran. Poco a poco necesitará que esas cabezas sean más legibles, irá profundizando en su interior y los materiales comenzarán a volverse más ligeros, a sugerir una intención. Esos pasos que dirigen ineludiblemente al individuo hacia el camino de la comunicación le apremian al empleo de materiales transparentes –su preferido es la resina que él mismo acierta en llamar “ese cristal líquido”- que dejan entrever los mensajes que él mismo introducirá dentro de esas cabezas ya elaboradas en tamaño natural. En ellas podemos ver una estratificación que superpone, amalgama, y ordena los mensajes a modo de pensamientos en el interior de las esculturas. Cada una de ellas almacena un pequeño universo en su interior donde podremos encontrar tanto el dolor, como la alegría, la violencia, la simplicidad, la naturaleza, la complejidad … la heterogeneidad del ser humano. Parece entender la cabeza como nuestro centro, nuestro hogar, el lugar donde estamos protegidos, libres de miradas o influencias externas. Estas premisas que guían a plantearse el tema de la casa. Desarrolla desde entonces todo un proyecto sobre las construcciones en las que habitamos proponiéndonos esculturas envolventes en las que podemos penetrar a través de distintas aperturas que nos dejarán mirar tan sólo de manera restringida, siempre habrá un muro, unas escaleras, un espejo, algún obstáculo que nos impide llegar a lo más íntimo, al núcleo, al corazón de la casa, de nuestra casa. El artista jugará con el espectador que puede físicamente mirar a través de distintas oquedades sin saber con qué se va a encontrar. De esta forma tan aparentemente lúdica se enfrenta, nos enfrenta, con temas como la confianza en nosotros mismos y en los demás, el reflejo de nuestro propio ser, los límites a lo privado, la libertad de diseñar nuestra propia vida, la capacidad para elegir, etc. De lo micro a lo macro y de lo macro a lo micro porque es inevitable, porque están interrelacionados y porque lo que ocurre en uno irremediablemente afecta al otro. Y, de repente, tras el manejo de las herramientas que le permiten desarrollar su labor con total gozo y libertad, siente la necesidad de frenar su utilidad, de cerrar ese camino que la herramienta abrió y presenta una serie de esculturas en las que encierra en un bloque de hormigón distintos útiles, unas tijeras, un cuchillo, un alicate, etc. Su momento terminó, debe avanzar. Oliver Czarnetta consigue crear su propio lenguaje, su propio universo artístico a pesar o gracias a los conocimientos adquiridos. Su tratamiento de la estética del material pareciera recordar a Joseph Beuys aunque libre de todo elemento místico, político o mitológico. Sus planteamientos nos acercan las teorías de Claude Lévi-Strauss en su texto Mente salvaje, “…utilizando materiales recogidos sin rumbo con el fin de construir un "modelo", que es resultado no de un pensamiento científico sino místico”. Y probablemente fue influenciado por Arthur Koestler y Ken Wilber en cuyos libros se topó con el modelo de capas de los sistemas Holar en los que del mismo modo autárquico, cada estrato sólo puede reflejarse a sí mismo, y trascender al subyacente. Podemos plantear la posibilidad de encontrar en sus obras reminiscencias artísticas de Brancusi o incluso de Francis Bacon. En la primera exposición del escultor alemán en la galería Lucía Mendoza, hemos querido mostrar una pequeña parte de cada etapa de su obra, un acercamiento de manera global a un concepto espontáneo que nos hace reflexionar profundamente sobre el ser humano y las relaciones que le condicionarán a lo largo de su vida. Catálogo editado para la exposición disponible en la galería. Pueden solicitar más información en el teléfono 913914033 a partir del 1 de Septiembre o a través del email galeria@luciamendoza.es
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España