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Oropesa del Mar aprovecha el emblemático bastión vigía de la Torre del Rey como sala de exposiciones para reforzar su oferta cultural durante los meses de verano. 'Oli i Fang' es la muestra conjunta de pinturas de Jorge Flecha y cerámica de Montse Amat que podrá visitarse durante todo el mes de julio. El texto del catálogo reza: 'Cada uno de manera muy personal y divergente aportan su peculiar creación, a pesar de las diferencias formales y técnicas, coinciden en sus intenciones'.

Jorge Flecha repite por segunda vez en esta sala llena de historia. La primera fue en 2010, el mismo año que organizaba su primera exposición individual en una galería comercial. Bajo los mismos parámetros pero más seguro en su discurso, Jorge Flecha exhibe el resultado de sus trabajos más recientes. Por un ... lado presenta una serie de trazo rápido como en el lienzo de mujer con collar -Jorge Flecha nunca pone títulos a sus obras-; también ofrece una selección de piezas inspiradas en la naturaleza y las flores que recuerda a sus primeras composiciones y, finalmente, una tercera serie más madura. Esta última familia se despliega en la sala de bienvenida y se corresponde con las últimas obras del autor. Colorido vivo como nos tiene acostumbrados, líneas curvas y sinuosas y más presencia de formas geométricas para componer. Los ojos abiertos y expectantes que asomaban por doquier en sus primeros trabajos se convierten ahora en rostros completos. Con sus astros rey omnipresentes en su obra, Jorge Flecha ahonda en un mensaje positivo y de esperanza reclamando al espectador que descubra el lado más amable de la vida. Cuando se le pregunta por qué sus rostros se rodean de flores responde que es una petición: 'Para que aquello que hable la gente sea bonito, sin agresividad ni dureza'.

La compañera de Flecha en la sala es la ceramista castellonense Montse Amat. Desde hace años compagina su trabajo creativo con las clases en el Taller de Cerámica del Rinconet, en Vilafamés. La artista aprovecha su primera incursión en la Torre del Rey para mostrar algunas de sus series más tempranas donde domina el círculo y las formas orgánicas hasta piezas más modernas con un aspecto mucho más texturado. Incluso el cromatismo avanza desde los barros teñidos y óxidos hasta el esmalte blanco. Montse Amat tiene como constantes en su obra creativa la inspiración en la naturaleza y en lo orgánico, el estudio de las texturas y la búsqueda de lo táctil y lo sutil. Especialmente interesantes son sus últimos trabajos de piezas seriadas a modo de celdillas donde logra atractivos juegos de luces y sombras. La combinación de los distintos esmaltes le permite un resultado ligero y casi pictórico. Un acierto la presentación de las piezas y la elección de los marcos con arpillera.