Fernando Puche es pintor en esta tierra de pintores; y ha nacido además en una zona (la buena Cieza) donde la pintura parece y se expresa como un sentimiento hondo y constantes. Amador Puche, su padre, es ejemplo de la alta categoría de la pintura ciezana que traspasa fronteras. Pero Fernando Puche, sobre el eco y noble influencia de su padre es, individualista y diferente, como todo buen pintor. Es lo suyo un paisaje que, en momentos estremece por su casi onírica desnudez rosada o multicolor o sencillamente de sensibilidad cromática.

Fernando Puche, del que hace años se decía que era casi insultante pintar tan bien siendo tan joven, continúa siendo joven y pinta ¡enhorabuena! mejor.

Un nombre que cabalga en camino cierto, pese a las siempre inciertas sendas del arte.