El título de esta exposición de Carla Chaim apunta a los tres materiales centrales a las obras aquí presentadas; más que eso, elegir esas palabras denota también la relación entre su investigación y la fisicalidad de las cosas. En consecuencia, el lugar que el cuerpo de la artista y el cuerpo del espectador ocupa en relación con las imágenes es, por lo tanto, esencial.
La artista prosigue una investigación sobre la relación entre arquitectura y cuerpo humano a través del acto de rasguño y del registro. Su cuerpo camina cerca de las paredes de la Athena contemporánea portando un bastón de aceite en una de las manos y dibuja los límites entre lo que está dentro de la galería y lo que estaría fuera. Nace una línea irregular negra que atraviesa el espacio blanco habitual del cubo expositivo, aún frisado por la ropa blanca usada por la artista - ahí está...el recuerdo de la histórica ecuación entre grafito y papel. Este riesgo trae al público una noción de frontera que lleva en sí la irregularidad e inestabilidad intrínsecas a la anatomía humana ya nuestros gestos. Por más que los lados de la galería tengan una simetría y planificación geométrica, cuando descendemos de esa esfera platónica y nos entregamos a la experiencia vital, las líneas rectas en negrita rápidamente quedan irregulares y desbotadas.
Entrada actualizada el el 27 nov de 2017
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