Sumérgete en un mundo de turquesa, azul y oro, donde el trazo explora el movimiento en una explosión de color. Cada pincelada es un juego entre el blanco del lienzo y la vibrante paleta de tonos, creando una danza visual que despierta los sentidos y desafía la imaginación. En estas obras, el azul y el turquesa se entrelazan en una sinfonía de movimiento, capturando la energía del instante y transformándola en arte palpable. El oro aporta un destello de luz, añadiendo profundidad y luminosidad a cada composición. Cada trazo es una exploración de la interacción entre el espacio vacío y el color, formando un equilibrio dinámico que invita al espectador a sumergirse en la obra y dejarse llevar por la corriente de emociones que despierta. Desde la calma del blanco hasta la explosión de color, estas obras son un viaje visual que te transporta a través de paisajes imaginarios y emociones efímeras.