Descripción de la Exposición No en vano su nombre trasciende al papel, donde un rastro afilado macula el blanco amenazante, caricia de pedernal de leve huella gris que desvela la belleza.
Severo de disciplina, severo de autoexigencia. A la cegadora luz de un mediodía de plaza y confidencias comienza a asomar gradualmente un contorno de mujer atrapado en blanco egoísta de la lámina.
Cuesta distinguir que es la totalidad y que el fragmento. Se adivina gradualmente el inmenso respeto que el artista siente por la cartulina virgen. Pide venia y perdón antes de mancillarla, consciente de la responsabilidad cósmica en que se envuelve por osar trasladar esa carne dormida o despierta a la impoluta superficie donde va a quedar fijada. Con precisión de cirujano plástico usa un bisturí de lápiz, el más duro y afilado que proporcionarse pueda, y rozando con él la expectante celulosa recrea sensual aquellas caricias que su mente va aplicando al modelo, dormido o despierto, que le desafía en el bochorno de la siesta. La mano domestica la pulsión nerviosa que nace del riesgo y la impaciencia. La impuesta pulcritud excluye cualquier torpe arrepentimiento, y junto a la tensa firmeza de guante blanco se transparenta la fragilidad que encierran las líneas y la morbosidad que subyace en la imagen.
Esa es la atmósfera que desprende el álbum, bello pero voluntariamente inconcluso. La recreación del trazo en los ojos se desvanece en el trayecto a los senos, y prosigue extinguiéndose en la bruma de la imaginación, espacio infinito donde se completa lo imposible.
Es el misterio que encierran los grandes vacíos, su nada como parcela de complicidad y ensueño. Por ello inquieta escudriñar largamente esa intensidad pesando en tan leves marcas, y la vista se alza, respetuosa con la intimidad que ha estado invadiendo, mientras la mirada del artista permanece fija aún en el poso de su obra, expiando la culpa de haber robado la hermosura.
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España