Los procesos artísticos obedecen a motivaciones subjetivas y profundas. En el caso de Carol Young, sus obras surgen de manera intuitiva, sin mucha predeterminación, pero cuando entra en contacto con el barro, surge “la causa sentimental” que guía su trabajo. Es así como a través de su obra, la cerámica se ha convertido en láminas finísimas que evocan la consistencia de una frágil hoja de papel, folios antiguos, escrituras fantasmales. En otro momento sus piezas trajeron consigo el rumor del agua, los sonidos de la lluvia y del río. Posteriormente nos presentó una materia fraccionada, rota: trozos de arcilla que evocaban restos arqueológicos cuidadosamente catalogados.
En su obra actual estos pedazos se unen con una fuerza no exenta de la delicadeza que siempre la ha caracterizado, para presentar formas un tanto inusuales dentro de su producción. La causa sentimental, íntima, se repliega como origen oculto, y las formas deben...ser activadas mediante la contemplación. Es el espectador, portador a su vez, de sus propias experiencias, quien debe abrirlas para dotarlas de sentido. Y en esta conjunción, entre ocultamiento y apertura, será posible que estas esculturas adquieran “la variedad del verbo, y la vida cambiante de la luz”.
Marta Rodríguez
Imágenes de la Exposición
Cortesía Beatriz Esguerra Arte
Entrada actualizada el el 28 ago de 2019
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