Cuando contemplamos la pintura de Núria Guinovart, vemos una pintura compleja tanto cuando nos referimos a la técnica que usa la artista -cemento asísmico, ceras y alquitrán sobre una superficie de porexpan o madera- como por su contenido formal -o no formal. Parece que está pintando una pared, a modo de mural, evocando el rastro. En sus obras, no suele usar pigmentos, es el propio cemento manipulado con la técnica de rascado a base de rallar la superficie y crear surcos, tanto vertical como horizontalmente, con la que construye la idea y convierte la imagen representada en alquimia del silencio.

Núria Guinovart se adentra en una pintura de marcado contenido abstracto, entendiendo el expresionismo desde diferentes versiones: espacialismo, materia, gesto, temporalidad...