Descripción de la Exposición
Toda nueva investigación, recurso o forma de hacer testimonia una nueva visión, y si el cometido del arte es finalmente establecer relaciones, la visión del artista contemporáneo quizá debería ahora dirigir sus esfuerzos a unos modos que hagan explotar la disciplina, para expandirla, para transitar entre sus pedazos e ir tejiendo con ellos diálogos mas libres y complejos. Teniendo en cuenta que a lo que llamamos disciplinas tan solo son campos específicos de un fragmento de la realidad y que, aunque el contenido de todo arte sea uno, sus posibilidades de expresión plástica son diferentes, es lógico a la vez que necesario buscar su superación.
Las investigaciones aquí propuestas pueden ser un punto de inflexión para llegar a aquello a lo que hemos decidido llamar transdisciplinariedad, pero que no deja de ser la propia evolución natural de los acontecimientos, el deseo de ir más allá, de trascender para llegar a una comprensión más amplia de la expresión artística contemporánea. Una posibilidad que ha sido descubierta y explorada por cada uno de estos artistas a través de lo que es mas inmediato a los sentidos y a la mente; los propios recursos plásticos. Estos recursos no tienen un sólo dueño, sino que son universales, esenciales en toda manifestación artística. El diálogo entre ellos, entre las formas, la luz, el espacio y la misma materia, se convierte en el elemento esencial de esta selección.
Son trabajos que pueden despistarnos, pues se sitúan en los límites, danzando entre la pintura, la escultura, la cerámica, el diseño e incluso la arquitectura. Un juego de valores y disciplinas que, teniendo un punto partida, les permitirá a estos artistas explorar y ensayar sus propias y personales fugas del canon. Emerge así una plástica que nos hace olvidar por un momento cualquier lenguaje metafórico que quisiera dársele. Un lenguaje que precisamente por utilizar esas notas globales permite a estos artistas expresar su lenguaje mas intimo y personal; es expresión de lo subjetivo, de lo individual y a la vez es lo más universal. Y es que el encuentro con una obra de arte siempre debería extrañarnos, sorprendernos de la experiencia comunicativa habitual. Una vez que renunciamos a perspectivas generales, a narrativas maestras y a constreñidas etiquetas, la confusión generada por estas piezas puede servirnos de guía para vencer a la eterna limitación y fragmentación con la que se nos ofrece aun hoy en día el conocimiento.