No puedes perder lo que nunca has tenido es el texto que figura en uno de los collages ideológicos que se presentan por primera vez en España en una serie especialmente concebida para la exposición junto con otros trabajos en eco y diálogo como los Lapsus y Cooperaciones.

Serie de trabajos sobre papel iniciados hace más de una década los collages están construidos casi invariablemente por el mismo protocolo: la reunión entre un texto, una superficie pintada a modo de composición gráfica y pictórica y/o una imagen, generalmente con su origen en la prensa escrita en el mismo plano del papel.

No hay una búsqueda específica de un sentido particular como para la elaboración de un discurso predeterminado y construido más que el ... que genera la proximidad de los tres elementos al realizar el collage. Partiendo del principio que toda relación imagen-texto genera multitud de sentidos, incluso los más abstrusos, la intención consiste en proporcionar a esa relación semántica la máxima apertura posible de manera que el espectador sea libre de apropiársela e suscite una lectura abierta. Los orígenes de los textos se ocultan deliberadamente para que no funcionen con la autoridad de una citación. Los colores se utilizan planos.

La discontinuidad propia del collage permite potenciar la facultad que poseen las palabras y los textos, a evidenciar la ausencia de los objetos, de los hechos, y por extensión también de las imágenes. Esta utilización del collage, por la rapidez de realización, la transparencia de los gestos que la componen y su inmediatez se inscribe en una práctica del dibujo entendida en su acepción más amplia. En diálogo formal y pictórico con los « collages » se presentan también 3 nuevas piezas de la serie Lapsus.

En dicha serie el principio consiste en poner en relación una forma específica (geométrica o no), utilizada normalmente en la pintura contemporánea como soporte pictórico (madera, metacrilato, pvc expandido, policarbonato, pladur,...) con una superficie pintada directamente sobre la pared con la que guarda una relación de proporción.

La forma, que habitualmente está pintada y colgada, se encuentra apoyada directamente sobre el suelo y entra en relación con el plano de color pintado sin que ésta esté fijada totalmente en una composición precisa, sino más bien en una dialéctica con el espacio que la recibe. Así, bandas, planos o formas semejantes de color resbalan de lo que hubiese podido ser su soporte natural para inscribirse en el plano de la pared, creando así un hiatus. Espacial y específico a cada presentación, así como temporal por los diferentes tiempos de realización, los Lapsus tratan de separar también la percepción de la materia, el contorno (el dibujo) y el color específicos a nuestra lectura de la pintura.

En continuidad de otras series (del artista) como Flicker, Poros, Realismo de Mercado o las más antiguas como Pieles, se presentan las recientes Cooperaciones, obras en las que se deconstruye el dispositivo pictórico a través de la experiencia urbana de contemplación de superficies y colores a través de vitrinas y escaparates y ligada inevitablemente a nuestro universo consumista. Los temas recurrentes de la pintura moderna, la planitud, la materialidad, la apariencia del soporte..., que han fundado nuestra experiencia y práctica de la abstracción se articulan en la relación dialéctica entre la afirmación de la hibridación del soporte, su heterogeneidad, y la ubicación de la pintura, del color y de la estructura que lo acoge.