La exposición de Rotor Studio incluye seis instalaciones independientes y a la par interconectadas bajo una causa común.
La pareja de artistas reflexiona sobre la inteligencia artificial y el momento en que dejamos de ser humanos.
La propuesta que llega al CAB es un grito en favor de nuestra virtud enfrentada a la virtualidad tecnológica.
La propuesta de Rotor Studio supone un compromiso con el tiempo actual, un momento en el que la tecnología parece definir toda acción humana, pero, sobre todo, parece preverla sin querer contar con las variables intransferiblemente biológicas que nos son propias. Cuanta más autonomía concedemos a la máquina, mayor asistencia no artificial ha necesitado para su conformación. En esa aparente contradicción, en ese autoengaño, en esa fantasía que estamos construyendo, es donde Rotor Studio (Ángeles Angulo -Lorca, Murcia, 1972- y Román Torre -Candás, Asturias, 1978-; viven y trabajan en Gijón) sitúa su trabajo para señalar un camino que...ha de devolvernos hacia un estadio genuino y consciente de nuestra propia esencia.
La invitación a parar de sonar que subyace bajo muchas de las intenciones que esconde la llamada inteligencia artificial ha llevado a esta pareja de artistas a plantear una suerte de gran armadura de defensa, un repositorio articulado por una serie de etiquetas como #tiempo, #memoria, #progreso, #artificial, #energía, #clima, desde las que transitar por un mundo híbrido en el que máquina y acción humana interactúan en favor de un futuro deseable.
Mediante el empleo de máquinas y artefactos industriales, objetos de consumo, tecnologías complejas o mecanismos y dispositivos elementales con los que reflexionar sobre el mundo que se desvanece ante nuestros ojos, Rotor Studio nos traslada la idea de que nuestra vida es movimiento y evolución.
Otra de las piezas creadas para este proyecto en el CAB versa sobre la concepción del tiempo. Ante nuestra creciente dependencia de dispositivos electrónicos, de implantes y de aplicaciones para desarrollar la vida, Rotor Studio cuestiona en la obra #artificial el momento en el que dejamos de ser netamente humanos.
Desde otras de las obras de este proyecto múltiple Rotor Studio aborda la cultura del consumo y su encadenamiento con el dispendio energético. Quizá́ la pieza que de manera más nítida aborda nuestra relación directa con el medio que habitamos sea Climate Jukebox, en sí misma una alegoría de lo que en realidad sucede: observamos desde fuera y la escala a la que opera el planeta supera la nuestra.
Entrada actualizada el el 05 oct de 2023
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