Descripción de la Exposición
Labor anuncia “No hay paraíso sin serpientes”, la primera exposición individual en la Ciudad de México de la chilena de 34 años Claudia Gutiérrez Marfull. Muestra que completa su proyecto doble, cuya primera parte acaba de ser presentado por la galería AFA en la recientemente clausurada Gallery Weekend Santiago (No hay cielo sin nubes) y por el que ha sido elegida mejor artista emergente.
El uso del refranero para titular sus exposiciones ya indica la voluntad de la artista de huir del arte como institución y de reivindicar lo relegado, lo desdeñado, lo tenido por secundario o lo desechado y, al mismo tiempo, la sencillez de lo popular, la manualidad que huye del dictado tecno-industrial, la alegría y la belleza. No hay cielo sin nubes, ni paraíso sin serpientes hace referencia a la inexistencia de la felicidad completa, todo tiene alegría y tristeza.
Estas dos exposiciones se constituyeron a partir de la representación por medio de la técnica del bordado y del textil, del paisaje de las periferias, zonas desatendidas por los poderes y que los medios de comunicación sólo visibilizan para marcarlas con el estigma de la marginalidad y la violencia, sin tener en cuenta que sus gentes son las que permiten con su trabajo la riqueza del centro urbano y que tienen que paliar su precariedad tejiendo generosas redes de solidaridad.
Tejer es juntar, cruzar hilos, entremezclar, entrelazar. Claudia Gutiérrez reivindica el bordado como tejido de significados y como materialidad. El bordado era una actividad de la mujer relegada al ámbito doméstico. Sin embargo, la historia más reciente del bordado en Chile adquiere un carácter de protesta y denuncia política. En 1962, Violeta Parra (poeta, cantante y artista) produjo una serie de arpilleras que reflejaban su preocupación por la situación social-política de aquel momento, marcada particularmente por la crisis de los misiles de Cuba y la celebración del Concilio Vaticano II, y por su lucha por rescatar la cultura mapuche (con las ceremonias mágicas de las pequeñas tejedoras) y abogar por una América Latina unida. En 1964 dio a conocer mundialmente esta tradición con su exposición en el Louvre, Tapices de Violeta Parra, donde por medio de 22 arpilleras mostraba que los colores vivos, alegres y llamativos relataban en realidad un contexto social triste y desolador. No fue la única en subvertir el bordado como mera tarea doméstica femenina. Las Arpilleristas Lo Hermida, tras el golpe militar de 1973 y ante la necesidad de muchas familias de contar con un ingreso, realizaron talleres para que las mujeres tuvieran un sustento a través del bordado. En esos dibujos las mujeres comenzaron abordar escenas de los relatos ignorados por los medios oficiales, plasmando en ellos historias sobre la represión, la destrucción y la brutalidad de la dictadura pinochetista. De esta manera, la acción de juntarse para confeccionar las arpilleras se transformó en una catarsis emocional.
Igualmente, Claudia Gutiérrez Marfull, nacida en la periferia de Santiago, Puente Alto, proviene de una familia de mujeres que han trabajado con el textil, convirtiéndolo en una constante en su vida y entorno cultural, pero que ella trasciende.La artista borda escenas y situaciones que no se suelen plasmar con este tipo de técnica y materialidad; en particular, situaciones que se viven en las calles de algunas de las zonas más vulnerables de Chile, bordados de una belleza que perturba, grafitis, paisajes de la ruina post-urbana. A pesar de que estas imágenes responden al contexto nacional, los conflictos que representan son universalmente reconocibles; señalando lugares abandonados por el Estado y ciudadanos exiliados de su ciudadanía.
Exposición. 18 nov de 2021 - 15 ene de 2022 / Labor / Ciudad de México, Distrito Federal, México
Exposición. 17 dic de 2024 - 16 mar de 2025 / Museo Picasso Málaga / Málaga, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España