Descripción de la Exposición La muestra recoge diferentes proyectos y reflexiones gestados por el artista en los últimos meses y en distintos países y que comparten un elemento común: cómo los poderes superiores utilizan el miedo para controlar a la sociedad. Julio Falagán (Valladolid, 1979) ha tomado la frase de Paul Auster para dar nombre a esta exposición que conjuga temas, países y técnicas artísticas. 'No estoy preparado para arder eternamente' está compuesta por dos Naturalezas Muertas, obras de gran formato creadas a partir de la unión de cinco bodegones clásicos intervenidos por el artista y Banqueros, otra obra intervenida que gira en torno a la idea del poder como brazo ejecutor. No podía faltar su característica técnica del 'collage' con las obras compuestas a partir de láminas antiguas de interiores de palacios barrocos de la República Checa y la serie 'Divino negocio', creada también a partir de láminas checas antiguas intervenidas con imágenes de empresas de procesamiento de petróleo austríacas en un intento de mezclar los conceptos de mercado y fe. Además, en la exposición se presentará el libro 'Paura-Angst' -una edición de 100 ejemplares que recopila las instantáneas en blanco y negro que Falagán ha tomado en diferentes iglesias de Italia y Austria. 'No estoy preparado para arder eternamente' es la primera exposición individual que Julio Falagán ha desarrollado tras realizar la beca de la Academia de España en Roma y tras su exitosa participación en Chaco (Feria de Chile de arte contemporáneo) y CASA//ARTE como ejemplo del mejor arte emergente de España. Nada mejor que las palabras del propio Falagán para explicar la esencia de 'No estoy preparado para arder eternamente': 'El método más universal y antiguo utilizado por los poderes superiores para ejercer el control de la sociedad es el miedo. El miedo se manifiesta en todos los animales como respuesta al peligro y al dolor, pero en el ser humano, además, se puede manifestar sin ninguna relación fisiológica real, sino como producto de la conciencia, y ésta es manipulable. La mayoría de las religiones han fundado sus bases en el miedo. Desde el Judaísmo hasta el Islam existe un Dios Supremo al que hay que temer, con una continua amenaza de sufrimiento infinito y eterno si no se cree en sus postulados. A su vez, la muerte es el miedo fundamental y esto lo sabe bien la iglesia católica, que ha utilizado la muerte y el sufrimiento como símbolo de veneración, la cruz. Pero por si la muerte no fuera suficiente presión, crearon el infierno, eclipsando el miedo a la muerte por uno mucho mayor, sufrir dolor para toda la eternidad. De esta forma conjugan a la perfección los mayores temores de la humanidad, la muerte y el dolor. Sin darnos cuenta, el individuo acepta ese miedo que nos ofrecen, porque a la vez nos prometen seguridad, la salvación. Están en posesión del veneno y el antídoto. Si no obedeces no existe ninguna esperanza. No solo los creyentes viven bajo el yugo del miedo ficticio, los poderes políticos también han sido siempre conscientes de que el miedo es uno de los principales pilares socializadores en cualquier civilización, el hombre asustado es susceptible de convertirse en esclavo fácilmente. En la actualidad el neoliberalismo ha sabido coger bien el relevo de esta metodología, una sociedad con miedo recurrirá siempre a sus autoridades en busca de protección, aunque ella misma sea la causante del propio miedo. En este punto conviene nombrar las estrategias de terrorismo, la dominación a través del terror. El miedo justifica la mano dura y las medidas drásticas. El miedo te obliga a aferrarte a cualquier cosa para superarlo, lo que sea. La más eficaz medida de control en la actualidad se llama Crisis. El miedo es la clave para la supervivencia, es necesario, forma parte de nuestro ADN, pero en nuestra mano está la ardua tarea de diferenciar entre el miedo real del infundado. Ese es el primer paso para la libertad'.
Exposición. 09 oct de 2024 - 10 mar de 2025 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España
Formación. 15 oct de 2024 - 30 jun de 2024 / Museo Nacional Thyssen-Bornemisza / Madrid, España
