A las compañías de teatro itinerante durante el Renacimiento y el Siglo de Oro español, se les conocía como cómicos de la legua, por su naturaleza trashumante y porque por ley tenían que asentarse a una legua de la población donde actuaban.
Hoy, son otros tiempos, pero la esencia es la misma. He seguido a esta pequeña compañía (en cuanto a número de componentes, no su calidad) por sus desplazamientos por los pueblos de Guadalajara y Madrid, los he acompañado a montar y desmontar luces, sonido, escenarios y a cambiarse o maquillarse en los sitios más dispares.
Al verlos trabajar, siento que estos cómicos están movidos por algo más allá de lo puramente crematístico; les impulsa ver a la gente disfrutar, reír, emocionarse y se nota en la manera en que dan todo su entusiasmo en cada actuación.
Detrás de esta gira hay mucho trabajo que no se ve y que quería poner...de relieve: ensayos, preparación del vestuario y el atrezzo, cargar, descargar, colocar y recoger cada día las luces, el sonido, el escenario, comer cualquier cosa en cualquier sitio, los kilómetros de camino,...
Conocer a este grupo de cómicos, Escarramán Teatro, me ha permitido emprender este viaje a ninguna parte, película que he tenido presente durante toda la realización del proyecto.
Carmen Becerra
Entrada actualizada el el 17 feb de 2023
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