Descripción de la Exposición
El próximo 6 de mayo se cumplen cien años del nacimiento de Néstor Basterretxea (Bermeo, Bizkaia, 1924-Hondarribia, Gipuzkoa, 2014), considerado uno de los principales renovadores del arte vasco de la segunda mitad del siglo XX.
Conocido fundamentalmente por su trabajo como escultor, en su extensa trayectoria de más de seis décadas abarcó además numerosos aspectos de la producción artística en un corpus que el crítico Juan Daniel Fullaondo denominó “caleidoscopio Basterretxea”, como expresión de su capacidad para integrar múltiples estéticas y prácticas artísticas conectadas con la vanguardia.
El Museo de Bellas Artes de Bilbao inaugura ahora la efeméride con la primera exposición monográfica sobre los proyectos y realizaciones del artista en las disciplinas del diseño industrial y la arquitectura. Más tarde, exhibirá las 18 piezas de la Serie Cosmogónica vasca -uno de los conjuntos más reconocidos de la escultura vasca de la segunda mitad del siglo XX, que Basterretxea donó al museo en 2008- en el Centro Cultural Montehermoso Kulturunea de Vitoria-Gasteiz (27 de junio-29 de septiembre).
Néstor Basterretxea. Diseño y arquitectura
Comisariada por Peio Aguirre, Pedro Feduchi y Pedro Reula, la exposición reúne collages de proyectos arquitectónicos, piezas de diseño industrial, mobiliario, la memoria documental de la casa-taller de Irun proyectada junto con Oteiza y Vallet, volumetrías arquitectónicas de carácter utópico en papel, maquetas de arquitectura y urbanismo, documentación fotográfica… más de un centenar y medio de piezas, algunas radicales, muchas pioneras y no todas realizadas, reunidas en cinco grandes ámbitos que describen pormenorizadamente las principales contribuciones del creador vasco a los campos del diseño y la arquitectura en una labor catalizadora de sus inquietudes artísticas, técnicas y sociales.
Este carácter exhaustivo de la exposición se traslada también al catálogo bilingüe (euskera-castellano) editado por el museo, que incluye cinco artículos especializados y abundante documentación gráfica de época.
A finales de la década de 1950 Basterretxea fue pionero en el diseño industrial vasco. Desarrolló entonces el logotipo y piezas de mobiliario para la empresa madrileña H Muebles y proyectos de interiorismo. Esta faceta quedó también reflejada en su primer trabajo cinematográfico, el filme experimental Operación H (1963), que realizó a partir de una idea de Oteiza para el industrial y mecenas Juan Huarte. En la década siguiente, fundó en Irun con otros socios la compañía Biok dedicada al mueble moderno, para la que ideó innumerables prototipos que no siempre llegaron a comercializarse. Piezas emblemáticas son el ajedrez de 1961, el escritorio Bermeo de 1967, las sillas de la serie Kurpilla o los candelabros Sua, de 1968.
Sala 1. Huarte y H Muebles
Basterretxea se inició en el campo del diseño industrial gracias a Juan Huarte, empresario de la construcción y mecenas de la vanguardia artística, quien, antes de fundar en 1958 la empresa de mobiliario moderno H Muebles, encargó a Oteiza y Basterretxea la decoración de su piso en el edificio que había construido en 1956 para su familia y como sede madrileña de sus empresas. Aquí nació el Diván H, una de las piezas que Basterretxea irá revisando durante toda su carrera como diseñador, y otras más cercanas a la experimentación plástica, como un aparador y un cabecero de cama, ambas deudoras de su interés por la geometría, que aplicó durante su breve participación en el Equipo 57.
Toda su producción para H Muebles, realizada en los años fundacionales de la empresa, asumía el estilo internacional más racionalista y tecnológico, aunque se aprecian sus propios rasgos formales, tales como el desplazamiento de los ejes y la búsqueda del forzamiento del equilibrio, siempre dentro de la asunción de los parámetros utilitarios.
Sala 2. La casa de Irun y la tienda de muebles Espiral
Desde 1955, residiendo en Madrid, Néstor Basterretxea y Jorge Oteiza comenzaron a soñar con trasladarse al País Vasco. Una vez decidido el retorno, compraron un solar en Irun, en un emplazamiento fronterizo junto al río Bidasoa. Basterretxea y Oteiza contactaron con Luis Vallet, y entre los tres diseñaron y construyeron esta casa-taller, terminada en 1958.
En 1961 Basterretxea, con dos socios más, fundó un negocio llamado Espiral, una tienda de muebles modernos en San Sebastián donde prosiguió su labor como diseñador. En esta sala se puede comprobar cómo se afianza la faceta más orgánica de Basterretxea, en detrimento de la línea industrial y constructiva de H Muebles. La innovadora mirada japonesista y las influencias del diseño nórdico del momento hacen de Basterretxea un pionero en el ámbito español. Esta única colección producida por Espiral se llevó a cabo en tan solo dos años y se construyó en la fábrica de uno de sus socios en Bera (Navarra).
Sala 3. Los comienzos de Biok y sus primeras colecciones
La recién creada empresa de fabricación de mobiliario Biok será la que, a partir de 1962, produzca los muebles diseñados por Néstor Basterretxea. En 1964 Biok tenía ya formalizada una colección de seis nuevos diseños. Del año siguiente es la extensa producción de más de treinta muebles diferentes diseñados por Basterretxea. En la década de 1970 se convirtió en una gran empresa que representaba lo mejor del diseño del momento en ferias nacionales e internacionales.
Basterretxea, director artístico de la firma, supervisaba y diseñaba toda la producción, labor que compaginó con el control de su imagen y publicidad, como se puede apreciar en muchas de las publicaciones y folletos que Biok editó en esa década. En esta sala se contempla un nuevo cambio de rumbo, orientado ahora a competir con el Italian design, situado en la cima del diseño en esos años.
Sala 4. La consolidación de Biok y la última etapa como diseñador de Basterretxea mobiliario
A partir 1967 la expansión industrial de Biok se consolidó. Eran tiempos de apostar por la versatilidad, por lo modular y componible, todo en aras de economizar y mejorar la oferta comercial. Sin embargo, cada vez resultaba más difícil compaginar este crecimiento con lo artístico y las divergencias se manifiestan precisamente cuando Basterretxea es ya un referente en otros ámbitos: cineasta, escultor, pintor, diseñador, decorador, fotógrafo o publicista.
Los últimos diseños de mobiliario que Basterretxea desarrolló pertenecen al cambio de década de los sesenta a los setenta. Quizá por ello, todavía entonces se embarca en un último esfuerzo del que saldrá una colección de maquetas en la que dará un nuevo giro estilístico. Un testimonio de su capacidad para anticiparse al futuro.
Sala 5. Volumetrías y arquitecturas
Los primeros tanteos de Néstor Basterretxea en la arquitectura estuvieron influenciados por el movimiento moderno y, especialmente, por Le Corbusier. Ander Basterretxea, su hermano pequeño, se había licenciado en Arquitectura y Urbanismo en 1958. Al regresar de América en 1960, se instaló en los bajos de la casa-taller de Irun, comenzando así una fructífera relación entre ambos: Néstor como diseñador y Ander como arquitecto.
La evolución estilística de Basterretxea giró en ese periodo hacia el organicismo y el expresionismo más escultórico y utópico. Una vez abandonada su etapa de diseñador industrial, pasó a lo que él llamaba “volumetrías arquitectónicas”, el ámbito donde conciliar la arquitectura con la libertad propia del artista. Entendía que la arquitectura, más allá de la práctica del oficio, necesitaba un enfoque escultórico y plástico que atendiera al desarrollo del volumen y a la colaboración integrada y totalizadora de las artes.
Néstor Basterretxea
Nace el 6 de mayo de 1924 en Bermeo (Bizkaia). Con el estallido de la Guerra Civil española en 1936, se exilia en Francia. Su familia se instala en Buenos Aires en 1942. Allí cursa estudios técnicos en el Instituto Huergo, trabaja en publicidad, obtiene sus primeros premios de pintura y entabla amistad con Jorge Oteiza. Vuelve a España en 1952. Tras ganar el concurso para la ejecución de los murales de la cripta de la Basílica de Arantzazu en Oñati (Gipuzkoa), en 1953 comienza los trabajos y traba amistad con el arquitecto Francisco Javier Sáez de Oiza, pero estos se suspenden por orden de la autoridad eclesiástica.
En 1957 entra en contacto con Juan Huarte y decora y amuebla su piso en Madrid. Expone de manera individual en la Sala Negra de Madrid y, casi al mismo tiempo, participa en la fundación del Equipo 57, del que se separa poco después. Se inicia en el diseño industrial en la empresa H Muebles, del Grupo Huarte, y forma parte del equipo artístico del Pabellón Español en la Exposición Internacional de Bruselas de 1958.
En 1958 se traslada a Irun (Gipuzkoa), a una casa-taller de corte racionalista diseñada con Jorge Oteiza y el arquitecto Luis Vallet. En 1960 expone en la Sala Neblí de Madrid un conjunto de pizarras y mármoles, pasando así de la pintura a la escultura a través de la exploración del plano. En Irun mantiene una intensa actividad cultural y también empresarial. En la primavera de 1961 inaugura, con dos socios más, la tienda Espiral en San Sebastián para la venta de mobiliario moderno y la realización de proyectos de interiorismo.
A partir de 1962 será el director artístico de Biok, una joven fábrica de mobiliario moderno de Irun que producirá sus diseños y de la que se hará socio en 1966. Participa activamente en la publicidad de la compañía y en el diseño de stands para ferias de mueble. En 1968 se presenta una nueva colección de Biok en la que destacan su silla más icónica, la Kurpilla, y el escritorio Bermeo. Hacia 1970 diseña un visionario conjunto de muebles que no llega a producirse y comienza su desvinculación progresiva de Biok.
En los años sesenta se inicia en el cine dirigiendo varios cortometrajes, como Operación H (1963), y el largometraje Ama Lur (Tierra Madre) (1966-1968) junto con Fernando Larruquert. Durante esa prolífica década también desarrolla colaboraciones de arquitectura con su hermano, el arquitecto Ander Basterretxea, y desarrolla sus “volumetrías” arquitectónicas.
En 1966 es miembro del grupo Gaur, movimiento de vanguardia para una Escuela Vasca. Diseña algunas de las esculturas públicas más emblemáticas del País Vasco: Homenaje al bailarín Iztueta (1967), Araba /Homenaje a Pío Baroja (1973), Paloma de la Paz (1988) o la monumental Urbidea (1993) en la presa de Arriaran en Beasain (Gipuzkoa). En 1983 realiza Izaro, escultura y símbolo del Parlamento Vasco en Vitoria-Gasteiz, y pinta un nuevo proyecto radicalmente distinto al ideado treinta años antes para la cripta de Arantzazu.
En 1987 el Museo Español de Arte Contemporáneo de Madrid le consagra una exposición antológica. En la exposición Diseño industrial en España, celebrada en 1998 en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, se exhiben varios de sus diseños.
En 2004 expone sus proyectos de volumetrías arquitectónicas en el Museo San Telmo, San Sebastián. Un año antes de su fallecimiento, en 2013, el Museo de Bellas Artes de Bilbao le dedica la retrospectiva más completa de su obra celebrada hasta la fecha, Forma y universo, comisariada por Peio Aguirre.
Muere en Hondarribia (Gipuzkoa) el 12 de julio de 2014.
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