En la serie Naked Vinyls (remake), Montse Galán deconstruye pictóricamente una mitología iconográfica vergonzante en torno a la cual se han edificado algunas de las páginas de la historia del rock y del diseño gráfico musical. Su objetivo se focaliza en portadas de discos interpretados por cantantes o bandas compuestas íntegramente por hombres, en las que- sin justificación conceptual apreciable- se utiliza el cuerpo femenino desnudo o semidesnudo de la mujer como reclamo. Con el agravante de que, si en la portada o contraportada del disco aparece hombres siempre están vestidos y en posición de dominio respecto a los personajes femeninos. Las pinturas/remake que se presentan en esta exposición someten los desnudos a mutaciones y fragmentaciones que afectan tanto a su identidad de género como a sus actitudes, transformando los cuerpos femeninos sumisos y/o seductores en anatomías transgénero grotescamente amenazadoras.