Descripción de la Exposición
El Centro de Arte Contemporáneo de Málaga presenta “nadie es nada”, una gran exposición del destacado artista Eduardo Gruber (1948, Santander), uno de los artistas más relevantes de su generación. La muestra, comisariada por Fernando Francés, incluye casi 90 obras mayormente realizadas en la última década, así como algunas de finales de los noventa, en las que la relación entre pensamiento, imagen y literatura es fundamental, además de su gusto por la metáfora. La exposición muestra pinturas al óleo, dibujos y obras en papel de gran formato, donde la presencia de la palabra y el relato es central. Las obras expuestas en nadie es nada tienen como elemento predominante el uso del blanco y negro, tras una narrativa enigmática. Gruber busca sorprender al espectador con cuestiones ocultas, invitándolo a reflexionar y encontrar respuestas.
El título de la exposición, nadie es nada, hace referencia a través de la redundancia en el “vacío”, que todo individuo es importante en su propia historia o aventura personal, al mismo tiempo que participa de la historia colectiva que define a la humanidad. El artista hace una reflexión acerca de la importancia de la persona y su relación con el entorno que le rodea. En palabras del artista, Será el espectador ante cada una de las obras el que de sentido a la pregunta ¿qué muestra nadie es nada?.
CAC Málaga presenta, hasta el próximo 3 de marzo de 2024, una cuidada selección de casi noventa obras, del destacado artista Eduardo Gruber, referencia en el arte contemporáneo de nuestro país. Las obras se distribuyen en series. Además de una composición a modo de “gabinete”, formada por una selección de 40 obras individuales que componen un políptico, el cual recoge desde su etapa de finales de los 90 hasta la actualidad. La muestra también incluye la pequeña pintura individual Ni tú ni yo somos nada (2022), que inspira el título de la exposición, situada en la entrada de la sala Espacio 1 de CAC Málaga.
En la exposición, se muestran pinturas al óleo, dibujos y collages, así como obras en papel de gran formato en las que la presencia de la palabra otorga significado a la mirada del observador y donde, de alguna forma, el artista convierte al observador en invitado al interior de la obra.
La identidad creativa de Gruber se caracteriza por el vínculo entre el pensamiento, la imagen y la literatura, así como por su aprecio por la metáfora, ya que el artista y escritor siente una gran atracción por el significado oculto y el enigma, escondiendo detrás de cada obra una narrativa que se camufla de forma elegante tras una calidad pictórica indiscutible. Como ocurre en la obra Neptuno I (2015) perteneciente a la serie Acuarios, donde retrata desde peces que parecen fotografiados en un desfile, hasta siluetas esquemáticas pertenecientes a la misma serie, como Tiburón blanco (2014), en la que a través del collage de materiales, la pintura se convierte casi en una “instalación” a la que es posible acceder y que recuerda con una visión crítica e irónica a la obra del británico Damien Hirst The Physical Impossibility of Death in the Mind of Someone Living (1991).
El artista con la serie de óleos Factor humano ofrece una visión crítica de la sociedad y del mundo que le rodea. Utilizando la obra Tiffany (2013) como ejemplo, Gruber se sirve de la tipografía de la famosa joyería de lujo para representar la exquisitez. Sin embargo, contrasta esta imagen de lujo con una sala de matadero en la que cuelgan varios cadáveres de animales y se lee la frase “cadáveres exquisitos”. Esta imagen confronta la dureza visceral de la labor del matadero con la aparente exquisitez y belleza representada por Tiffany & Co. El artista utiliza el texto y la imagen como polos opuestos en su significado para ofrecer una posible visión de la sociedad actual. A través de esta obra, el artista critica la sociedad contemporánea, donde la belleza y el lujo pueden ocultar la realidad.
Otra visión crítica de la sociedad se aprecia en la serie The War, de 2021, expuesta por primera vez en esta muestra y donde se presentan enormes estampas bélicas donde el artista mezcla referencias del imaginario global, lenguaje, expresiones o hallazgos. La serie finalizó con la obra Al soldado inocente (2022), la cual dio por terminada dos meses antes del comienzo del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, como puntualiza el artista, “fue un cuadro premonitorio”.
La serie Femme fatale-amores platónicos esta compuesta por nueve obras y utiliza el azar como hilo conductor. En ellas el artista reflexiona sobre el destino de unas vidas si hubiesen sido acompañadas de la buena suerte. Cada obra esta basada en fichas policiales de los años 20 del Museo de la Justicia y la Policía de Sídney. A través de la ficción, el artista crea un mundo aparentemente real en el que imagina y explora los destinos alternativos de estas vidas. La serie invita a reflexionar sobre cómo las circunstancias y el azar pueden influir en las historias y cómo pequeños cambios podrían haber llevado a resultados completamente diferentes.
Eduardo Gruber (Santander, Cantabria 1949), comienza estudios de Ingeniería de Caminos antes de ingresar en la Escuela de Bellas Artes San Fernando de Madrid. Activo desde principios de los 70, su obra ha vertebrado los contenidos de significativos centros y colecciones de España, Francia, Holanda o Alemania. Vinculado a la mítica Sala Sur de Santander y después a la galería Evelyn Botella de Madrid, de quien recientemente CAC Málaga – La Coracha ha tenido el placer de alojar la exposición El pacto visible. Donación Evelyn Botella, en la que se incluía obra de Eduardo Gruber entre otros muchos. También ha trabajado con las galerías Artline de La Haya y Ámsterdam, o Siboney y Del Sol St. Gallery de Santander, su trabajo se ha exhibido también en muestras internacionales como ARCO (Madrid), FIAC (París), Kunstrai (Ámsterdam), Art Basel (Basilea) o Art Cologne (Colonia).
Durante su colaboración con Botella, Gruber creó la instalación La ciudad portátil en el jardín del Palacio de Caja Cantabria en Santillana del Mar. Además, ha tenido otros logros relevantes en su carrera, como el diseño de decorados y vestuario para la ópera “Der Freischütz” en 1993, dirigida por Pilar Miró, y ha escrito cuatro novelas y publicado, El devorador íntimo, en 2013 con El Desvelo Ediciones.
Ha realizado multitud de exposiciones individuales y su obra puede encontrarse en importantes colecciones e instituciones. Entre sus últimas exposiciones individuales cabe destacar:
nadie es nada, CAC Málaga, Centro de Arte Contemporáneo de Málaga (2023); El largo camino al paraíso, Galería Siboney, Santander (2023); En la sala de espera, la memoria de lo efímero, CASYC, Fundación Caja Cantabria, Santander (2021); El salón de los espejos, MARCO, Museo de Arte Contemporánea de Vigo (2019); Purgatorio, Palacete del Embarcadero (Taller de dibujo UIMP), Santander (2017); Utopía, Sala Rekalde, Bilbao (2015); Secuencias de la realidad, MEIAC, Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo, Badajoz (2015); Utopía, Centro de Arte de Alcobendas, Madrid (2015); El buscador de oro, CAB, Centro de Arte Caja de Burgos (2013); El factor humano, Galería Del Sol St., Santander (2012) o Mayer’s Collection, Sala de Arte Robayera, Miengo, Cantabria (2011), entre otras.
Su obra se encuentra en importantes colecciones, de las que destacan: MNCARS, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid; Colección Nordstern Allgemeine Versicherungs-AG, Alemania; Fundación Peter; Stuyvesant, Ámsterdam, Países Bajos; MAS, Museo Municipal de Bellas Artes, Santander; Congreso de los Diputados, Madrid; Museo de Bellas Artes, Burdeos, Francia; Colección CASYC, Fundación Caja Cantabria, Santander; Colección Kell, Santander; Colección Barends, Ámsterdam, Países Bajos; Colección Iberdrola, Bilbao; Colección Comédie-Française, París, Francia; Harvard University, Cambridge, EE. UU. o la Colección “El pacto visible”. Donación Evelyn Botella, Ayuntamiento de Málaga, entre otras.
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España