El trabajo de M.ª Luisa Pérez Pereda se caracteriza por la intervención pictórica sobre la fotografía, donde en ocasiones se pierde el rastro entre una y otra, resultando una imagen final híbrida y mestiza que cuestiona los límites de una realidad (fotográfica) y la posibilidad ilusionista y engañosa de la pintura.

En este nuevo conjunto de obras, la fotografía empleada, forma parte de la documentación del proceso de remodelación (proyecto aún abierto) de un espacio arquitectónico: NARANJO 30. Es un primer ejercicio de reconocimiento y apropiación de un escenario con una fuerte implicación emocional (ella denomina en esta primera fase el " NO LUGAR ") y que ha servido de superficie y profundidad narrativa para luego pintar sobre ellas, manipular la imagen por medio de planos, estructuras, collages, formas y elementos muy geométricos de color, que provocan interferencias y despojan a la fotografía de su inicial sentido documental creando esa nueva ... imagen final, personal y engañosa.

Las fotografías son impresiones digitales sobre tela y papel, siempre a blanco y negro, lo que las otorga cierto sentido clásico y austero, como si guardaran los últimos testimonios de memoria real frente a los "tapados pictóricos" a color, que refuerzan el juego de las apariencias, el absurdo y la extrañeza.

La exposición está compuesta por 24 cuadros de pequeño formato, pertenecientes a la serie: Naranjo 30. Siete cuadros más, de diferentes formatos. Entre ellos destaca un políptico que a modo de puzzle compone una gran biblioteca. Completan la muestra, cuatro retratos, de la serie: "Galería de Personajes", que forman parte de este proyecto, que aunque el tema tratado son los escenarios arquitectónicos ficticios, tienen una implicación directa con este espacio.