Descripción de la Exposición
La capital española acoge la primera exposición individual del artista Christian Mera (Quito, 1980). Su obra se podrá visitar en el Centro Cultural Ecuatoriano, C/ General Oraá 64, desde el 17 de mayo, día de inauguración, hasta el próximo 8 de agosto, en horario de 10h00-13h00 y de 17h00-20h00.
Mera es licenciado en pintura y grabado por la Universidad Central del Ecuador. Destacado pintor, dibujante y retratista, deja en 2017 su ciudad natal, en la que su obra ya es reconocida, para establecerse en Madrid, donde encuentra nuevas pulsiones para enriquecer su experiencia vital y, como consecuencia directa, su lenguaje artístico.
Un artista verdadero (y Mera lo es) fundamenta su vida en torno a la obra artística. Esta dimensión extraordinaria le permite vencer cualquier obstáculo que se presente, para ofrecer lo mejor de sí mismo en ese acto tan cargado de generosidad, que es mostrar al público de Madrid sus investigaciones plásticas.
El mensaje artístico siempre es un enigma, entre otras cuestiones, por tener diferentes planos interpretativos. En cada fase del proceso constructivo, la obra artística se transforma hasta que el artista encuentra las evidencias que demuestran que esa pieza ha alcanzado la plenitud. Este proceso se repite en cada obra.
El trabajo de Mera, exquisito, preciso, lento y minucioso registra este proceso es sus dibujos y lienzos dejando las trazas de cada fase, para que cualquier observador atento pueda seguir los rastros de su proceso creativo. El espectador hace la última lectura interpretativa, para re significar la obra que tiene delante, a la que será difícil poner palabras, pues se experimenta con emociones.
Mera es un retratista excepcional, heredero de los sobresalientes artistas ecuatorianos, Guayasamín (Ecuador 1919), Rivadeneira Plata (Ecuador 1929) o Moré (Ecuador 1929) sin olvidar los históricos como no podría ser de otra forma en un pintor de sólida formación. En sus pinturas encontramos también huellas de pintores europeos como Cézanne (Francia 1839), van Gogh (Holanda 1853) o Picasso (España 1881) algo inusual en este tiempo. La agilidad de la pincelada, la precisión del color para reflejar las características de cada personaje, la dicción del ritmo y, sobre todo, el calado psicológico de cada modelo hacen que cuente con más encargos de los que puede atender.
Los artistas de verdad no se conforman con los que son capaces de hacer. Ser artista es un reto, una búsqueda, un vivir en la incertidumbre. Ese impulso lleva al artista ecuatoriano a declinar de la vida cómoda para desarrollar sus capacidades en otro plano artístico. En esta etapa, la figura humana, siempre presente en sus obras, se va diluyendo poco a poco, como un terrón de azúcar bajo el agua, van desapareciendo los rasgos característicos del rostro, la mandíbula, la nariz… los ojos, por último, se resisten a desaparecer y seguimos viendo las huellas en sus dibujos y pinturas, poco a poco hasta dejar solo las estelas del proceso, la desaparición de los vestigios humanos sustituidos por las firmas identificativas.
La figura y el símbolo, el rostro y la firma, dos maneras de identificar a una persona. ¿Quién soy yo? ¿Mi rostro o mi firma? El rostro me vino dado, la firma la elegí para identificarme. Mensajes codificados que en su conjunto componen abstracciones fantásticas. Estamos ante una investigación, cuyo núcleo es la búsqueda de la identidad, de la esencia del ser humano.
De nuevo Mera destaca por componer una pintura en la que pone de manifiesto su enorme capacidad para manejar los asuntos formales de la profesión: composición, color, texturas, luz… Hace magia combinando distintas técnicas y se supera en cada trabajo. Se sumerge en lo antiguo para desarrollar un nuevo lenguaje, consigue esa marca de autor que muy pocos logran. Ahora está consolidando un canon de belleza en el terreno de lo abstracto. Y nosotros, espectadores, nos preguntamos: ¿qué quiere decir? Del mismo modo que podríamos preguntarnos: ¿qué quiere decir una puesta de sol? No obstante, nos quedamos pasmados mirando el fenómeno en el cielo… Con la misma actitud y amplitud de miras debemos enfrentarnos a la obra de Mera, gran artista, cabeza pintante, que ahora está tan cerca y, a buen seguro, llegará muy lejos.
Las cosas ocurren cuando tienen que ocurrir. Es su mejor momento. En este lugar y en este espacio, donde se presenta un acontecimiento único en el que se entretejen como en una trenza tres ideas de cercanía y lejanía:
Ecuador y España,
Figuración y abstracción
El artista al que tenemos, tan cerca y tan lejos
La República de Ecuador y el Reino de España comparten el mismo espíritu de confianza en afianzar sus lazos de amistad. Se encuentran muy cerca, culturalmente, y muy lejos, geográficamente, por lo que este tipo de iniciativas contribuyen a crear vínculos profesionales y emocionales importantes en el ámbito cultural de la relación de ambos países.
Christian Mera es el artista seleccionado por la Embajada de Ecuador, para inaugurar este ciclo de exposiciones, cuyo propósito es promocionar la relevancia internacional de artistas ecuatorianos contemporáneos.