Descripción de la Exposición Fotografía. Acaso 'un cuadro pintado por el sol sin reglas artísticas', como opinaba Ambrose Bierce. O 'un secreto sobre un secreto', según Diane Arbus. Tiempo de desproporcionada abundancia. Con la universalización de la foto-chip digital cualquiera es un fotógrafo. Algunos cínicos se atreven a afirmar que sólo son necesarios un dedo y un ojo. No les falta razón. Hay demasiadas fotos y demasiadas personas haciéndolas. Demasiados dedos, demasiados ojos, demasiada piel, escasa médula... Poca, muy poca, trascendencia y casi ningún secreto revelado. La foto como confesión (aquella que Paul Strand anteponía a la foto como documento) está en desuso. Pocos se atreven a desnudarse ante la cámara y, porque la revelación es una carretera de doble sentido, tampoco detrás de ella. No soy fotógrafo. Ojalá pudiera declarar con alguna certeza que soy humano. Me siento encadenado medularmente a mis semejantes por la piel, la angustia y la enfermedad. Quizá porque yo también las padezco, necesito retratarlas.