Descripción de la Exposición Las esculturas nos hablan y podemos escucharlas. Cierto, nos hablan con su mirada y nosotros les contestamos con la nuestra, pero no es esta la única posibilidad de comunicación que tenemos con ellas. Todo escultor sabe que el diálogo con una pieza no se establece únicamente a través de la visión. Por ello, las esculturas de Mer están hechas también para ser tocadas, palpadas, recorridas. Representan cuerpos de mujer, formas humanas. En efecto, la escultura es siempre mucho más que imagen y textura, y ese es parte de su misterio fascinador. Por todo ello, esta exposición en el Museo Tiflológico de la ONCE no es para Mer una más, ni lo será para quien se acerque a este prestigioso espacio. El cuerpo femenino es el gran protagonista, el gran personaje sobre el que esta escultora viene indagando. No se trata de cuerpos reducidos a meras formas geométricas, sino poetizados, sin apartarse por ello del realismo, de un gran conocimiento de la verdad anatómica. Y hallamos el cuerpo de la mujer madre, el de la amante, pero también el de la amazona combativa, y el de la ninfa, y el de la pensadora...y el de la mujer divertida, todas ellas nos dicen quiénes son mediante las formas de su cuerpo, con sus posturas, apacibles o dinámicas, recatadas o provocativas. 'Dancers', bailarinas. Mujeres danzantes, como muchas de las que trae a esta exposición, y que la caracterizan. ¿Y acaso los orígenes de la danza no van asociados a los de la escultura? Ambas expresiones hunden sus raíces en la noche de los tiempos. En definitiva, estamos ante una escultora que indaga en la figuración, consciente de que no se trata de un lenguaje acabado, pues nunca podrá estarlo mientras el ser humano siga existiendo, aunque también sea capaz de realizar piezas en las que los límites con el informalismo resultan más difusos, logrando efectos de gran belleza. Vivimos tiempos de preguntas acerca de la condición humana, y la escultura figurativa todavía tiene mucho que aportar en esa búsqueda. En efecto, esta indagación artística de Mer dialoga con los propios comienzos de la actividad escultórica, cuando esta era una herramienta de la magia más ancestral. Plasmar el movimiento, ir más allá de los límites convencionales del lenguaje escultórico. Logra en sus piezas, ensalzar un equilibrio entre el vigor y la fragilidad. La postura en que cada personaje aparece no es algo anecdótico, pues conlleva también posicionamiento, proclamación. El cuerpo, lo saben muy bien los acupuntores, está recorrido por energía. Esta artista esculpe mujeres orgullosas de serlo, incluso cuando parecen abatidas, con cuerpos de personalidad eléctrica. Nada más alejado de su concepción que la mujer cosa. Mármoles de Carrara, bronces... esculturas de mujer individualizadas con un nombre- Silvia, Adela, Isolda...- y a la vez convertidas en todos los nombres de mujer. Las esculturas nos hablan y esperan de nosotros que también lo hagamos. Hagámoslo.
Exposición. 12 nov de 2024 - 09 feb de 2025 / Museo Nacional Thyssen-Bornemisza / Madrid, España