Descripción de la Exposición
Es la primera exposición de Xevi Vilaró, pintor español en STOA. Una muestra individual, como introducción, para poder entender y apreciar la obra de este autor catalán. Su trabajo corresponde al ámbito figurativo, con una clara adscripción al pop art en las formas, y al surrealismo y simbolismo mágico en el fondo y, todas las piezas, al género del retrato.
Predominan las figuras aisladas y los fondos oscuros, con un efecto contrastado de luces y sombras, lo que sitúa a Xevi en la senda de un sugerente y contemporáneo tenebrismo que entronca con la tradición barroca española de profunda reflexión sobre la fugacidad de la vida y una llamada de atención hacia lo trascendente.
En la iconografía de la muestra abundan las figuras femeninas que recuerdan las deidades egipcias y mitos clásicos. Mujeres con máscaras antigás, o seres antropomorfos, con cuerpo humano y cabeza de pájaro o de pulpo conforman una atmósfera gélida e inquietante. Toda una galería de parcas constituyendo una “vanitas” del siglo XXI, pues sus figuras podrían poblar los sueños y ensoñaciones de nuestro tiempo como representantes de los mayores temores y miedos que atenazan a la humanidad hoy.
La exposición se compone de once obras, en formato redondo (tondos) o cuadrado, y el fondo negro, como color. Presidiendo y destacando, un tondo, óleo sobre metacrilato de gran tamaño: “6Z”. Un autorretrato familiar alegórico, pues padre, madre e hijo son simios. En él, el artista plantea una composición deudora del “Tondo Doni” de Miguel Ángel, pues la figura materna domina la escena, no sólo por el espacio ocupado, sino por la simbología que encarna.
El resto de la muestra son impresiones digitales de edición limitada, pertenecientes a tres series: Octopus, Chevron y Radioactive. En Chevron es fácilmente perceptible la denuncia de la contaminación y destrucción del planeta por parte de las multinacionales. En Octopus y Radioactive, desarrolla la despiadada hipocresía y el macabro juego de las oligarquías que, pese a sus mejores galas y maneras, incluso su aparente ingenuidad, se descubren ante la mirada del artista, con visión de Rayos X, con su verdadero y perverso rostro.
Todo el hilo conductor de la narrativa es el anuncio de un “morituri te salutant”, (los que van a morir te saludan) como premonición y admonición de lo que espera a la humanidad de no tomar medidas. Las imágenes abogan por la defensa de un mundo mejor y son un alegato a luchar por ello. Una manera actual y muy original de parafrasear la famosa obra “In ictu oculi” del pintor barroco español Juan de Valdés Leal (Siglo XVII). Autor que con sus “Jeroglíficos de las Postrimerías” elevó el género de la “vanitas” a sus máximas cotas.