Descripción de la Exposición
La temática de la muerte no podía ser ajena a un artista de tan enfática vitalidad como José Morea. De hecho, se ha ocupado de ella de diversas maneras en su obra, a veces en imágenes torvas, o de connotaciones peligrosas o directamente autodestructivas, o en otras en las que manifestaba su asombro ante los mártires. Pero siempre sin hacer de ella un drama.
Viviendo sin miedo
En el marco de la muestra Moreatón, título característicamente irónico, en el Cubo del MuVIM, Morea presenta tres tablas pintadas en Taormina para la galería milanesa Arteborgogna, hacia finales del siglo pasado. De lo que se trata es de la representación de tres momias en donde confluyen dos fuentes de inspiración bastante distintas. Por un lado, evocan las momias y los correspondientes retratos de la necrópolis de Al Fayum, realizados en Egipto durante la ocupación romana, entre los siglos I a.C y III d.C. Por otro lado, remiten a las reliquias de los santos Ambrosio, Gervasio y Protasio de la cripta de la basílica románica de Milán, cuyos rostros del siglo IV han quedado convertidos en escuetas pero no menos expresivas calaveras.
Estas piezas centrales se exponen rodeadas de grandes vinilos en donde aparece reproducida una amplia selección de imágenes, presentadas en orden cronológico, a través de las cuales puede el espectador hacerse una idea de conjunto de lo que ha venido siendo hasta la fecha la larga trayectoria de Morea, es decir, prácticamente cuarenta años de pintura. Por cierto, que estas imágenes no sólo desfilan en el tiempo, sino que se extienden también en el espacio. Es característico que lleven la impronta de los lugares de donde proceden, atmósferas bien diferentes de las que Morea se ha impregnado y en donde ha trabajado: las de Pedralba, Madrid, Valencia, Doñana, Roma, Nápoles, Taormina, diversos enclaves de Oriente, Salvador de Bahía, Chiva…
El sueño imposible de San Ambrosio
Finalmente, lo que encontramos es una confrontación de la muerte junto al repaso y celebración de una vida. Quienes conocemos a Morea sabemos lo difícil que resulta, incluso en circunstancias adversas, no recibir de él una buena dosis de energía estimulante. Las momias, en realidad de rostros intercambiables, no transmiten dolor, sino que incitan a la meditación. Y es esa meditación la que nos puede llevar a la recomendación implícita en las imágenes de los vinilos (pero también en la pintura protagonizada por Nacho Vidal, también él meditando entre Budas, que se ofrece a manera de propina): que el mayor de los pecados es sentirse vivo y no aprovecharlo con la intensidad debida.
Vicente Jarque
Exposición. 31 oct de 2024 - 09 feb de 2025 / Artium - Centro Museo Vasco de Arte Contemporáneo / Vitoria-Gasteiz, Álava, España