Descripción de la Exposición Las obras de Mayo Bucher, que vimos por primera vez en la edición de 2010 de Art Basel, operan en el espacio claramente definido de la superficie pictórica, superponiendo forma, contenido y medio, y cuentan con códigos sutiles y personales del artista, en una relación aparentemente geométrica entre soporte, color y tema, siendo de esta forma necesaria para su correcta interpretación un ojo filosófico así como un cierto talento ya que el artista apunta deliberadamente al lenguaje simbólico de los objetos. La obra, ya sea línea, cuadrado o forma, tiene algo que decir. Su interés por símbolos culturales, elitistas y diarios transporta a los espectadores a distintos iconos de religión, arte, deporte y moda, que el artista encaja en su propio contexto como si fuera una reminiscencia del Pop Art (colocada seguramente de forma deliberada como un guiño humorístico), pero en realidad está plantando ejemplos valiosos que ha recogido de su propia experiencia, como por ejemplo el papel de ambos sexos y su posición en la naturaleza o los continuos juegos con números en sus obras, ambos temas cruciales para él. Mayo Bucher dio sus primeros pasos como artista que usaba el collage como técnica de trabajo, marcando distintas capas en sus pinturas, para después dejarlas fundirse entre ellas de nuevo. La mezcla o selección de técnicas únicamente describe un aspecto parcial de su trabajo ya que realmente toma prestados los ismos de épocas pasadas para derivar una solución personal desde una interpretación autobiográfica. Las imágenes reconocidas e interpretadas acompañan a Mayo Bucher en su ruta hacia una nueva forma de expresión artística.