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Montaña

Exposición / Galería arteSonado / Calle del Rey, 9 / Real Sitio de San Ildefonso, Segovia, España
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Cuándo:
13 feb de 2010 - 07 abr de 2010

Inauguración:
13 feb de 2010

Comisariada por:
Horacio Fernández

Organizada por:
Galería arteSonado

       


Descripción de la Exposición

Obras de Luis Asín, Ricardo Cadenas, António Júlio Duarte, Silja Goetz, Sofía Jack, Abraham Lacalle, Miki Leal, Jaime Lorente Andrea Marescalchi, Óscar Martínez, Jaime Narváez, Amadeo Olmos, Pablo Ortiz Monasterio, Luca Pancrazzi, Catarina Pestana, Pototo, Gonzalo Puch, Gloria Rodríguez, Eva Rueda, Toni Tena y Luis Weinstein. Catálogo: http://www.galeriartesonado.es/cat_catalogo_montana_13.II.2010.pdf Exposición: http://www.galeriartesonado.es/visitas/expo_montana_13.II.010.pdf Inauguración: http://www.galeriartesonado.es/inauguraciones/inaug_montana.13.II.2010.pdf

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'Las montañas son el alfa y omega del paisaje natural'. Sólo en las 'grandes catedrales de la tierra' se puede apreciar gamas cromáticas desconocidas y combinaciones extraordinarias de masas, además de la mayor variedad de flores, corrientes de agua, árboles y nubes. 'La mejor imagen que el mundo puede dar del paraíso está en el declive de los prados, huertos y trigales en las laderas de los Alpes, con sus rocas purpúreas y sus nieves perpetuas'.

 

Todo lo anterior se encuentra en el capítulo 'La belleza de la montaña' del libro de John Ruskin Modern Painters, publicado en 1860. Para entonces ya existían clubs alpinos y numerosos montañeros coleccionaban cumbres. Ruskin estaba en contra. Para experimentar la belleza de la montaña basta la mirada: no es necesario el deporte ni el turismo, sobra más que falta el ejercicio físico, los deseos de conquista y la curiosidad. Tampoco hace falta un buen par de botas para apreciar un paisaje montañoso de Friedrich, que pintaba en su estudio. Según Schopenhauer sus paisajes poseen una religiosidad melancólica y misteriosa que golpea más en el alma que en los ojos.

 

¿Y los derechos de excursionistas y montañeros? Para defenderlos servirá el testimonio de un turista, Horace Walpole, quien cruzó los Alpes durante su Grand Tour, allá por 1739. En los días malos solo encontraba rocas groseras y desgraciados montañeses. Hasta que escribió un telegrama: 'precipicios, montañas, torrentes, lobos, truenos, Salvator Rosa'.

 

El lobo no era el del cuento: su perrito de lanas, 'el más lindo, regordete y adorable que se pueda ver', acabó en las fauces de un lobezno sin dar tiempo a su amo para bajar de la silla que cargaban cuatro porteadores. En cuanto al pintor napolitano de paisajes 'terroríficos' Salvator Rosa, estamos ante un tópico del gusto del momento, que sintetiza el haiku de antes. He aquí la fórmula: precipicios + montañas + torrentes + lobos + truenos = Salvator Rosa. Como recuerda Malcolm Andrews, los viajeros alpinos del dieciocho jugaban a firmar las vistas. Ante un panorama con bandidos, rocas, árboles secos y nubes negras decían '¡Salvator Rosa!' y reservaban los '¡Poussin!', '¡Ruisdael!' o '¡Claudio' para el descenso. El paisaje montañoso tiene una serie de características que impiden juzgarlo con el concepto 'belleza', más apropiado para los tres pintores recién citados. Lo bello es ondulado, delicado, refinado, claro, pacífico, amable, voluptuoso. O sea, como (1) Serengeti, (2) Central Park en primavera... (n) un campo de golf bien cuidado. En cambio, 'sublime' -el término estético asociado a la montaña- significa accidentado, primitivo, oscuro, violento, difícil, solitario, silencioso. Andrews se ha atrevido a asociar géneros, femenino para la belleza y para lo sublime masculino, además de masoquista, ya que el terror, dolor y violencia de lo sublime suele ser bastante... agradable. Basta ya de romanticismos. Las 'catedrales de la tierra' dan más que leer.

 

En 1836 Don Jorgito el inglés se encontró cerca de Oropesa con un barbero que apreciaba la vista de la sierra. 'Son magníficas estas montañas y, aunque nos mandan muchísimo frío, a mí me agrada contemplarlas, cosa que no es de extrañar, pues he nacido en ellas, aunque ahora, por mis pecados, vivo en un pueblo del llano. No hay en toda España cordillera como ésta, caballero; tiene sus secretos, sus misterios. Muchas cosas singulares se cuentan de estas montañas y de lo que ocultan en sus profundos escondrijos, porque ha de saber usted que la cordillera es muy ancha y se puede andar por ella días y días sin llegar a término. Muchos se han perdido en ella y no ha vuelto a saberse nada de su paradero. Entre otras rarezas, cuentan que en ciertos sitios hay profundas lagunas habitadas por monstruos, tales como serpientes corpulentas, más largas que un pino, y caballos de agua que a veces salen de allí y cometen mil estropicios'.

 

Las sierpes o dragones eran tan montañesas en la linde de las dos Castillas como en China o en los Alpes, cuyo catálogo de dragones -los había con cara de gato- fue publicado en 1702 por el matemático Scheuchzer.

 

Pero el barbero sangrador que habló con Borrow no se asustaba de tan poca cosa. 'A mí me enorgullecen esas montañas, caballero; si yo fuera hombre independiente, sin mujer y sin hijos, compraría una burra como la de usted -excelente, por lo que veo, y mucho mejor que la mía- y me iría a recorrer esas montañas hasta descubrir todos sus misterios y haber visto las maravillas que contienen'.

 

La versión política tiene su fundamento en los textos dieciochescos de Heller y Coxe sobre Suiza. Para Heller no hay duda: la montaña es buena y el valle malo. Abajo se encuentra la corrupción y la injusticia; arriba la salud y la libertad. La montaña está gobernada por leyes naturales y el valle por decretos romanos. Los montañeses son demócratas por definición. Según Coxe, 'el aire de las montañas es el aire de la libertad'. Así que la frecuentación de la montaña tiene virtudes pedagógicas que justifican el excursionismo y la existencia de Peñalara, sociedad montañera que desciende de la labor filantrópica de don Francisco Giner de los Ríos.

 

El modelo se repite, pero no siempre es tan ejemplar.

 

Leni Riefenstahl hizo en 1932 la película La Luz Azul: una montaña descrita por Susan Sontag como 'supremamente bella y peligrosa, como esa fuerza augusta que invita a la afirmación última del yo, y al escape de éste en la hermandad del valor y de la muerte'. El problema es que la escalada se complica y no todo el mundo es capaz. Los débiles se despeñan. La moraleja cae por la misma ley de la gravedad: siempre habrá montañas que sólo podrán ser escaladas por los más dotados, por los elegidos. Riefenstahl insistió en el tema con otras películas que no sin razón se han calificado como metáforas nazis. Ernst Jünger construyó una alegoría de aquel tiempo.

 

En su novela de 1939 Sobre los acantilados de mármol el valle representa -sin matices 'agradables'- el terror, administrado por una siniestra figura 'a pequeñas dosis, aumentadas poco a poco, cuyo objetivo era ir paralizando la fuerza de la resistencia' que, al final, corresponde ejercer a unos nobles mitad soldados mitad monjes.

 

Muchas montañas, unas mejores que otras. Trabajo para la mirada.

 

Joseph Beuys llamó 'Quiero ver mis montañas' a una sala con varios objetos e inscripciones que mostró por vez primera en un museo holandés, hace ya casi cuarenta años. Una cama de madera, un armario de luna, varios frascos llenos de gelatina, un taburete con un espejo y un rifle de caza rodeaban dos círculos de cobre y fieltro superpuestos en el centro de la habitación, iluminados por una lámpara que casi los tocaba en el suelo. Esto era todo, aparte de unas pocas palabras: en la cama ponía valle y en el armario glaciar, en el espejo del taburete estaba escrito con tiza cima y en la culata del rifle decía cosa.

 

Un aviso impreso advertía al visitante de que el título de la obra carecía de relación directa con lo que se podía ver. Ahora bien, lo que se veía suscitaba preguntas.

 

Yo también quería ver mis montañas. Pedí ayuda. No acudió ningún san bernardo con tonelito de coñac al cuello. Así que no hubo más remedio que hacer esta muestra.

 

Horacio Fernández

 

 


Imágenes de la Exposición
Cartel visita guiada a la exposición

Entrada actualizada el el 26 may de 2016

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