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Rasero con su Monologo interior, ofrece una obra con un constante denominador común: la sensación de vacío, bajo nuestras vidas de fonambulistas mortales, a la búsqueda de nuestro equilibrio interior y armonía exterior, pero soportando la enorme carga de los convencionalismos sociales, de las deudas contraídas, de las obligaciones impuestas, bajo un prisma de absurdas situaciones pero de realidades implacables.

El artista invita al espectador a reconocer su propia realidad, de forma filosófica, tal vez, pero exhibida a través de un material de soporte en el ... arte, pero poco común en su utilización como materia: la madera, salida de la naturaleza para ser manipulada y doblegada al antojo del hombre y su poder.

Un material sin duda con rasgos de nobleza, extraído de la propia Naturaleza, tal vez para invitarnos volver a la misma antes tantos falso equilibrios, ante tantas desequilibradas apariencias.