El Palacio Ducal de Medinaceli acogerá a partir del próximo 4 de agosto la obra más reciente del pintor Molinero Cardenal. La exposición, dentro del ciclo de actividades de la Fundación DEARTE Contemporáneo consta de una treintena de pinturas, en su mayoría correspondientes a los años 2011-2012.Procedente del campo informalista, Molinero Cardenal, Soria 1944, ofrece una muestra en la que conviven su más radical expresionismo con un marcado constructivismo. Molinero Cardenal fue uno de los fundadores del Grupo de arte contemporáneo SAAS, que en los años sesenta y setenta supuso una apuesta decidida por las vanguardias. Desde su participación, en 1967, en la Bienal de Sao Paulo, Brasil, ha expuesto en algunas de las más importantes muestras internacionales de arte. En 1966 le fue otorgado el Premio Nacional Extraordinario de Arte Joven. Ha realizado más de cincuenta exposiciones individuales. Su obra se exhibe en varios museos de Europa ... y América. Sus últimas exposiciones han tenido lugar en Madrid, Barcelona y Chicago.

La pintura de Molinero Cardenal, aún en sus etapas menos figurativas, ha tenido siempre -según escribió Juan Antonio Gaya Nuño- una ineludible referencia a las tierras de Soria, señalando cómo el paso de un cierto paisajismo a la abstracción se dio siempre con indudables referencias y fidelidades, signos y semántica plenamente reconocibles. Venancio Sánchez ya señaló en los años setenta la peculiaridad de la pintura de Molinero Cardenal que, partiendo de lo particular llega a lo universal, hablando de un informalismo soriano con hondas raíces en unas circunstancias y en una tierra. Sobre esta relación escribieron, entre otros muchos, Cirici Pellicer, Santos Amestoy, Alberto del Castillo, Marín Medina, Enrique Azcoaga o José María Valverde.

La preocupación por los materiales, las texturas o el tratamiento de la materia que ha tenido siempre una gran importancia en su obra, han tomado en su pintura última una nueva dimensión, aunque desde planteamientos expresivos distintos y con una mayor radicalidad en la composición, que unas veces se aproxima al denominado arte bruto y otras a un profundo lirismo. El color toma en estos casos un protagonismo que se adecúa o se enfrenta, según casos, a una estructura central. Planteando desde ángulos nuevos el viejo dilema entre contenido y forma. Porque en su pintura hay siempre un debate implícito entre racionalidad e irracionalidad, entre intuición y razón. Como dijo María Aurora Viloria, con motivo de su antológica del año 2000, en Molinero Cardenal 'hay iconos, confrontación entre el este y el oeste, nocturnos, oxidaciones y erosiones. Unas veces va a lo más simple, un encuentro entre líneas, y otras a lo más complejo. Una forma de ordenar finalmente el desorden inicial de las ideas y sensaciones sobre el mundo que le rodea'.

Molinero Cardenal une a su condición de pintor la de escritor. Es autor de varios libros de creación y ensayo. Especialista en el krausismo, en la Generación del 98 y de manera en especial en Antonio Machado, sobre cuya obra ha publicado tres amplios ensayos. Como poeta su obra ha sido recogida en varias antologías. En breve aparecerá su libro Sobre arte, una reflexión sobre estética desde la práctica y experiencia personal del fenómeno creativo. En sus páginas se aborda desde la actitud que cabe al artista en el proceso y génesis de la obra, hasta la responsabilidad y compromiso exigible al artista a través del lenguaje del arte. Al frente de su ensayo escribe Molinero Cardenal: 'Desterremos al pintor de su obra. La obra es solo la obra, el pintor es solo el pintor. Exijamos más la revelación del ser que la revelación del yo. Arte es proceso: la obra solo el resultado. El proceso es el enigma, la obra solo la obviedad. Reivindiquemos el misterio, la lectura abierta: tantas obras como espectadores, tantos espectadores como obras. El cuadro nunca es unívoco. Frente al sujeto, el objeto. frente al objeto el sujeto. En Arte no es posible comunicarse, solo comunicar. El Arte no conduce a nada. El Arte solo conduce al Arte'.