Fijaros en los personajes que salen en los cuadros de Mònica Castanys. No os dan envidia...? Pero de vez en cuando, nos podemos ver reflejados. Somos nosotros mismos los días de paseo, de ocio que nos permitimos de vez en cuando. La vida, la buena vida, la que vale la pena, lejos de los problemas. En la que disfrutamos de los amigos y su compañía. De la conversación distendida acompañada de un aperitivo y una copa... Del sol y la luminosidad de las calles... distraídos de escaparate en escaparate... sin prisas...

La pincelada impresionista, de trazo grueso, la que dio un vuelco a la historia de la pintura insinuando y no calcando la realidad, no es corriente hoy en día. Parece ser, que el realismo más virulento acapara la figuración. La pintura casi fotográfica ... invade el mundo pictórico eso si, con una calidad y una técnica excepcional. Pero, quizás, las sensaciones que transmite la obra de Mònica Castanys con aquel estilo superan a las que puedan dar la minuciosidad de éste.

Con temas actuales y cotidianos esta artista le da la vuelta a la tendencia.