Descripción de la Exposición
Miró y Brossa. 100 años parte de la conmemoración internacional por el centenario del nacimiento de Joan Brossa. A partir de ella, su discurso busca profundizar en las relaciones entre ambos artistas.
La exposición se sustenta en la premisa de la relación de Brossa con la imagen y la relación de Miró con la palabra. A través de estas relaciones, ambos persiguen crear una nueva realidad sígnica a través de dos procedimientos: el despojamiento y la yuxtaposición.
La formación literaria de Miró ya estaba consolidada antes de su primer viaje a París en 1920. A lo largo de su vida, jamás abandonaría su interés por la poesía, y entre los autores que leía, se hallaba Brossa. La importancia de la literatura es crucial en la selección de signos que idea y emplea Miró. Especialmente la literatura mística, que, como todas sus lecturas, le servían de referencia para su creación plástica, procurando adaptar conceptos y lenguajes a su obra. Miró concebía la pintura-poesía como una unidad, y al artista plástico como un a poeta.
Las lecturas que efectúa Miró de los textos místicos influyen decisivamente en el progresivo despojamiento de las formas y la paulatina conquista del vacío para plasmar recorridos de ascensión espiritual a través de recursos simbólicos y metafóricos. La contemplación y el despojo ascético forman parte de su proceso creativo. En Miró influyen los textos filosóficos, hermenéuticos, y todas las fuentes mágicas y esotéricas de culto entre los círculos artísticos e intelectuales en los que se movía.
Miró recibió innumerables influencias poéticas, mágico-místicas y artísticas. Recibe influencias del lenguaje visual y poético de Rimbaud, Mallarmé, Baudelaire, Apollinaire, Paul Eluard, Max Ernst y otros que manifestaron interés por la temática mágica y hermética y las cuestiones religiosas y espirituales. Hablamos del interés de expresar lo invisible con medios pictóricos. Consecuencia de este interés, es la creación de su universo simbólico personal. Miró usó su arte para descubrir la vida secreta de las cosas, para trascender su percepción más anodina. Es la misma búsqueda que realiza Brossa y que nos permite establecer evidentes analogías en la creación de ambos artistas.
Brossa, uno de los más activos integrantes del grupo vanguardista Dau al Set, conoce a Miró en 1941 gracias a la amistad que unía a Brossa con el también poeta Foix. La relación entre Miró y Brossa se estrecha con el paso de los años y serán numerosas las colaboraciones artísticas que llevarán a cabo conjuntamente.
Miró, en 1941, disfruta de uno de sus mejores momentos. El verano de 1941 lo pasa en Montroig, donde comienza la Serie Barcelona, y en noviembre el MoMA le dedica la primera gran retrospectiva. Este Miró, reconocido y disfrutando de gran éxito internacional, es quien anima de manera cercana a Brossa para la creación de sus poemas visuales. La buena relación que se establece desde entonces se manifiesta en numerosos libros, como 'Oda a Joan Miró' (1973) y 'Tres Joans' (1978) un libro homenaje a los tres Juanes: Miró, Brossa y Prats y que forman parte de la exposición.
Exposición. 13 dic de 2024 - 04 may de 2025 / CAAC - Centro Andaluz de Arte Contemporáneo / Sevilla, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España