Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- Los dibujos, impresos y estampas que en gran número aparecieron durante la Guerra de la Independencia, e inmediatamente después de ella, son de diversa ideología y condición. Satíricos, hagiográficos, polémicos, informativos, serviles y liberales, críticos, son expresión de las diferentes interpretaciones y miradas sobre la Guerra. Entre todas, destacan las estampas de Francisco Goya, atentas tanto al heroísmo popular cuanto, sobre todo, al sufrimiento de la población civil, la responsabilidad y consecuencias de la Guerra. En la narración de lo sucedido, la exposición comienza con sus protagonistas, -la Familia Real, Godoy, Napoleón, el rey José- y precedentes -el Motín de Aranjuez y la exaltación de Fernando al trono-, continúa con el levantamiento madrileño y la batalla de Bailén. Se interrumpe con los Desastres de la guerra de Goya -que constituyen el eje privilegiado de la muestra- y prosigue con los hechos de Zaragoza, Cataluña, Valencia, etc. El debate político, las constituciones de Bayona y Cádiz, perfilan el marco en el que se produjeron los conflictos. La sátira es una de las principales expresiones de ese debate, muchas veces violenta, brillante y aguda casi siempre. La Guerra terminó en 1814 pero sus efectos se hicieron notar en los años siguientes, a los que se dedican las dos últimas secciones de la exposición. La vuelta del absolutismo, la persecución de afrancesados y liberales, el restablecimiento de la inquisición, la unión del altar y el trono son motivos que aparecen una y otra vez en estampas y folletos. Las 'funestas consecuencias' del conflicto protagonizan las estampas de Goya que cierran la muestra. LOS PROTAGONISTAS. PRECEDENTES DE LA GUERRA El pueblo español, alegóricamente presentado por Goya en Tristes presentimientos de lo que ha de acontecer, es el protagonista principal de la Guerra. Con él, muchas veces hablando en su nombre, manipulándolo otras, Carlos IV y María Luisa, el favorito Godoy, el Príncipe de Asturias, el rey José, Napoleón, el Emperador en quien todos reconocen autoridad y poder, al que todos piden favor. Los hechos de Aranjuez, recogidos en estampas, manuscritos e impresos, son el antecedente inmediato de la Guerra. La renuncia de Carlos IV en su hijo Fernando creó una situación de inestabilidad institucional y política que alentó a Napoleón a intervenir en España. Las estampas magnifican los hechos de Aranjuez y la posterior entrada de Fernando en Madrid, a la vez que representan con sarcasmo el papel desempeñado por Godoy. LA GUERRA. LOS HECHOS El levantamiento madrileño del dos de mayo es uno de los acontecimientos míticos de nuestra historia. La exposición, además de mostrar diversos testimonios iconográficos y literarios, contextualiza documentalmente lo sucedido con las cartas y decretos emitidos en Bayona por Carlos IV y otros miembros de la Familia Real, tal como pueden leerse en la Gazeta de Madrid. La resistencia popular ha dado origen a numerosas estampas, narraciones y obras de teatro. En todas, especialmente en las que se publican durante los años de la Guerra, se pone de manifiesto tanto la extrema dureza de la represión francesa cuanto la resistencia sanguinaria del pueblo. La batalla de Bailén, de la que se exponen unos mapas que la explican, produjo la sensación de que la Guerra estaba terminada, cuando no definitivamente vencida, pero los sucesos posteriores terminaron con esta ilusión y la violencia que caracterizó los sucesos de Mayo no hizo más que aumentar. LA GUERRA. LOS HECHOS: ZARAGOZA, CATALUÑA, VALENCIA Tras los sucesos de Madrid y la extensión del conflicto a toda la Península, se producen actos heroicos y de resistencia a la invasión. Zaragoza, Barcelona, Tarragona, Valencia y Girona son algunas de las muchas ciudades en la que se producen hechos trágicos representados en series de estampas, casi siempre realizadas después de la Guerra, que contribuyen de manera decisiva a configurar el imaginario colectivo. En el caso de Zaragoza contamos con una obra excepcional, realizada durante la contienda por Juan Gálvez y Fernando Brambila, Ruinas de Zaragoza. La represión en Barcelona y Tarragona, las estampas relativas a los frailes de Murviedro, son otras tantas imágenes que pertenecen ya a ese imaginario. Desiguales en calidad, su valor documental es grande, pero sobre todo es intenso el dramatismo de los hechos descritos. LOS DESASTRES DE LA GUERRA Francisco Goya realizó los Desastres de la guerra entre 1810 y 1815, pero sólo se publicaron en 1863, años después de su muerte. Cabe distinguir tres partes: en la primera, las estampas representan acontecimientos bélicos, enfrentamientos, ejecuciones; el hambre en Madrid es el tema de la segunda; la tercera recibe el nombre de 'Caprichos enfáticos' y en ella reflexiona el artista sobre lo sucedido y sus consecuencias. Presentamos una selección de las dos primeras partes, estampas que nos permiten conocer el proceder de Goya. Destacamos tanto la resistencia popular y el enfrentamiento cuanto los efectos de la Guerra sobre la población civil. Goya es el primer artista que aborda de manera decidida estos aspectos, el primero que representa un bombardeo -Estragos de la guerra-, un éxodo -Yo lo vi- o los efectos del hambre sobre la población de Madrid en 1812. También es el primero que destaca la violencia ejercida sobre la población, para la cual la Guerra sólo puede calificarse de tragedia. LA SITUACIÓN POLÍTICA La Guerra de la Independencia fue determinante para la evolución política de nuestro país. La quiebra del antiguo régimen se saldó con el enfrentamiento político entre 'serviles' -defensores del absolutismo monárquico-, liberales -partidarios de la Constitución promulgada en Cádiz en 1812- y 'afrancesados' - partidarios más o menos entusiastas del rey José y la Constitución de Bayona-. Esta Constitución y la de Cádiz son dos documentos de referencia para el debate político, pero no los únicos. Entre los textos de los 'afrancesados' -patriotas también, aunque el relato mítico quiera convertirlos en traidores- destacan las memorias de Azanza y O'Farril y, sin ser propiamente un afrancesado, los análisis de José Blanco White. También conviene mencionar otras publicaciones anónimas, catecismos patrióticos, manifiestos, declaraciones, etc., que nos permiten conocer tanto los argumentos como la energía que pusieron unos y otros en el debate. No es aventurado afirmar que con él se iniciaba el debate político en la España moderna. EL DEBATE POLÍTICO. LA SÁTIRA La sátira fue un arma más. Un arma violenta y despiadada que, en folletos y estampas, convirtió al enemigo en un muñeco deshumanizado, lo satanizó y contribuyó la crueldad perpetrada. La sátira había tenido gran importancia en la Revolución Francesa y los años del imperio napoleónico, de los que estos, 1808 a 1814, forman parte. La sátira de la Guerra de la Independencia desarrolló modelos franc eses e ingleses y tendrá una notable influencia sobre la posterior evolución del género. Junto a las estampas, algunas de procedencia británica -o adaptando modelos británicos-, la sátira escrita multiplicó su presencia con gran abundancia de folletos en los que se situaba a Napoleón, a la Familia imperial y a sus generales en el infierno. Pero también hubo una sátira política que alimentó el debate entre liberales y serviles, anunciando una división que en los años posteriores se intensificó. El ejemplo más notable de sátira política liberal fue el Diccionario crítico-burlesco, de B. J. Gallardo, escrito en contestación a un anónimo Diccionario razonado, que exponía ideas radicalmente conservadoras. El Diccionario de Gallardo se considera todavía hoy como un ejemplo del género satírico. EL FINAL DE LA GUERRA. LA VUELTA DEL ABSOLUTISMO Las consecuencias de la Guerra de la Independencia no fueron las esperadas por los liberales gaditanos. La vuelta de Fernando VII al país fue la vuelta del absolutismo, la persecución de los afrancesados, la reinstauración de la Inquisición y, en general, la afirmación de una política fundada sobre la unión entre el altar y el trono. Las estampas celebraron la vuelta de Fernando y exaltaron su 'valor' en el exilio, sin analizar en ningún momento su comportamiento en Francia. El Rey se apresuró a declarar nula la Constitución de 1812, dando por no sucedido lo que, sin embargo, sí había sucedido. Un documento expuesto nos permite conocer el decreto real, otro, la situación de los desterrados, uno más es testimonio de los procedimientos inquisitoriales. Documentos y estampas deben ponerse en relación con todas las que entonces se hicieron para conmemorar el heroísmo popular y el amor de los españoles por Fernando, pues todos, unos y otros, contribuyeron de manera decisiva a configurar una interpretación única, una mirada única sobre la Guerra. FUNESTAS CONSECUENCIAS Frente al clima generalizado de exaltación absolutista que se vivió a partir de 1814, la última parte de los Desastres de Goya, los llamados 'caprichos enfáticos', y muchos de sus dibujos de la época, además de representar la persecución de la que son objeto los liberales, lleva a cabo una reflexión en clave paródica sobre lo acontecido, la responsabilidad por lo acontecido y lo que cabe esperar del futuro inmediato.
Se trata de una exposición que refleja la España de la contienda a través de la mirada de diferentes artistas en 151 grabados de la época. Comisario: Valeriano Bozal Fernández
Exposición. 19 nov de 2024 - 02 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España