Descripción de la Exposición La obra de Blaya parte de una preocupación existencial, humana. Su escultura figurativa a base de texturas y rugosidades presenta seres humanos en su devenir cotidiano. Ausencia de gestos, sólo miradas. Se trata de instantáneas, a modo de fotogramas, acerca del mismo acto de mirar. Presentados en su propia inmovilidad estos personajes estáticos son tan solo mera plasticidad, seres vacíos ante su existencia. Estructuras, autómatas, signos sin significado. Son personajes que miran una ausencia y por ello quedan convertidos en objetos, simples presencias. Seres sumidos en la más irremediable soledad que se repiten, como clones, hasta la saciedad. Con ello Blaya subraya el aislamiento y la incomunicación del ser humano en una sociedad tecnológica y despersonalizada.