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Además de un proyecto temático concreto, Miradas de Picasso, le propone al espectador un amplio abanico de propuestas plásticas contemporáneas que recogen los interrogantes de una intensa experiencia de conocimiento. Una experiencia que significa, representa, testimonia o documenta el arte actual y su relación con la sociedad y con su tiempo.

Miradas de Picasso quiere también dar testimonio y ser testigo de los acontecimientos que van marcando y definen el mundo de comienzos del siglo XXI que se pueden significar en la personalidad de cada obra y su relación con el contexto, además de mostrar la rica complejidad que va dando forma a las normativas de la modernidad.

La vocación refractaria de este proyecto lo dota de una alta voluntad didáctica, crítica y plural qué no impone una iconografía dominante sino que estimula a abrir todos los márgenes expresivos obligando al visitante a interrogarse continuamente sobre qué sentido dar o qué dirección tomar. Un proceso de refracción donde el diálogo entre las obras es la forma de abandonar las viejas nociones de autoridad cultural y de proceder a una renegociación del contrato social de la cultura.