M.J. Palacios:
-"Nunca cursé estudios de bellas artes, me hubiera gustado, pero no pudo ser.
A pesar de sentir una pasión desmesurada por la pintura, fue cuando ya tenía tres hijos que asistí a mi primer estudio en Madrid. (Donde nací hace 58 años)
Una serie de “catastróficas desdichas”, me traen a Buñol, pueblo de Valencia más conocido por los tomates, que por su exuberante naturaleza.
Fui óleo e impresionista, enamorada de Chagall, Jawlensky, Kandinsky, Kokochka y como no, viviendo en Valencia, de Sorolla.
La crisis, un divorcio, el asma de mi hijo y el espíritu animalista de mi hija y la llegada de un podenco callejero a mi casa, son lo que cambio por completo mi estilo, la forma de expresarme y el que.
Grandes paseos por el campo con mi perro, tener que pasar al acrílico, la serenidad de la madurez y la libertad de la soledad, es lo que ahora se refleja en...mi pintura. La contemplación de la naturaleza, ver día a día los cambios de estaciones, la relajación del ejercicio, grandes conversaciones con otras mujeres, son lo que inspiran mis cuadros, donde el acrílico ha encontrado el espacio perfecto.
Compartir esas sensaciones, reflejar sentimientos, sin saber muy bien con que técnica, eso sí, optimista, muy colorida y sincera.
En cada cuadro cuento mi historia, de esa conversación con una amiga, de cómo en uno de esos paseos observo la eclosión de las libélulas, la llegada de golondrinas, cielos rosados que anuncian vientos, lo cotidiano e inadvertido.
Mi pincel se nueve entre mujeres y árboles, golondrinas y libélulas, mariposas y nubes de color rosa. Capturando las escenas de un día cualquiera.
Solo espero, que el que mira, sepa captar esas mismas sensaciones."
Entrada actualizada el el 17 mar de 2017
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