La práctica de Otero está arraigada en la historia de la pintura y la abstracción. A través de un proceso metódicamente innovador, el artista pinta representativamente sobre grandes láminas de vidrio, raspa la pintura al óleo parcialmente seca de la superficie, y luego vuelve a juntar las "pieles" en composiciones de múltiples capas. Para su trabajo más reciente, Otero se basa en las pinturas de su exposición de 2017, Angel Otero: Elegías en el Museo de las Artes del Bronx, donde estrenó una serie de pinturas a gran escala compuestas de fragmentos de pinturas descartadas anteriores y recortes. que había acumulado en su estudio a lo largo de los años. Estos fragmentos, más pequeños y más variados en tamaño, forma y paleta, introducen nuevos elementos conceptuales y estéticos en su trabajo. Mientras que las pinturas anteriores se combinaron en una piel individual que Otero grabó y pintó, estas nuevas pinturas...incorporan años de materiales salvados y recuperados, dispuestos de forma diestera en una escala similar a la de pinceladas individuales. El impulso de Otero a reutilizar materiales está vinculado a su interés sostenido en su potencial para transmitir la historia, la memoria y la naturaleza temporal de su práctica.
Estas pinturas recientes también hacen referencia más directamente a la historia personal de Otero. Red Milagro (2018), compuesta por piezas de pinturas anteriores, conecta su proceso con los objetos Milagro que lo fascinaron cuando era niño. Los pequeños amuletos católicos de metal colocados en objetos sagrados, que eventualmente heredó como preciosas reliquias familiares, se llevan para protección o suerte. Al recopilar y luego recopilar fragmentos de trabajos anteriores, Otero imbuye cada pintura con una muestra reverente similar que rinde homenaje a su tradición familiar, así como a su propia historia como pintor.
Entrada actualizada el el 03 abr de 2019
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