Una cita a ciegas entre dos colores, una experiencia estética que sorprende, la reunión de dos exposiciones que contrastan sus colores, el rojo y el verde.

Tan sugerentes como distintas.

Pilar Sureda nos propone un furtivo paseo por los callejones del barrio rojo, donde las mujeres se ofrecen impúdicas a las miradas salaces desde el otro lado de la vitrina.

El ojo que mira, la piel que se exhibe, los labios rojos, las uñas rojas, el vidrio, miradas color Campari.

Los óleos de la pintora japonesa Toshie Ooue Bravo nos llevan a los brumosos bosques de su país. Un paseo sereno y silencioso a través de los verdes y húmedos senderos de los bosques de Yakushima.

Oímos las gotas de rocío caer sobre la charca, el cedro de Jomon se yergue majestuoso sobre la niebla, la ... lluvia refresca el aire y hace verde la mirada.

Midori es el color.