La segunda exposición individual de Bel Fullana en la Galería Fran Reus, toma como punto de partida la geolocalización actual de la artista, recreando su hábitat, su experiencia vital y de (auto)aislamiento en un entorno ultra rural que se le presenta como una fantasía hipnótica presidida por la luna. Un estudio pictórico sobre las sensaciones que este ambiente le trasmite: La impresión de estar en mitad de la nada convierte al paisaje en el más idóneo para que pueda ocurrir cualquier cosa. Un paisaje propio de las películas de terror y fenómenos extraños de los años 90, donde, en la inmensidad de la noche se sucedían abducciones extraterrestres, asesinatos con armas imposibles, violaciones gratuitas, sexo desenfrenado, una rave improvisada... Todo ello regado con substancias psicotrópicas.