A partir de la década de los 70, con sus trabajos fotográficos en el campo del arte, el periodismo y la publicidad, Martin Parr se convirtió en un referente de la fotografía contemporánea, sobre todo por lo personal e inusitado de su mirada. Los motivos extraños, los colores chocantes y las perspectivas inusuales caracterizaron desde los inicios su trabajo. Descubre el color a la vez que el Reino Unido descubre a Tatcher, aunque en esa Inglaterra de los 80 en la que estar politizado era bastante estricto y equivalente a ser anti-Tatcher, anti-guerra de las Malvinas, anti-nucleares, pro-mineros y pro-Billy Bragg, su trabajo era difícilmente clasificable y ese desajuste se convirtió en algo significativo en su estética. Con una mirada normal –soy tan de clase media que resulta ridículo, dijo una vez- plasma los signos más evidentes del ocio, el consumo y la comunicación, examina características nacionales y fenómenos internacionales ... que nos enseñan como vivimos, como nos mostramos a otros y lo que valoramos para intentar averiguar cómo de válidos serán como símbolos para ayudar a las generaciones futuras a conocer nuestro presente.

En la nueva serie que presentamos, México, vuelve a contraponer imágenes específicas con universales sin resolver las contradicciones que ello genera. Este trabajo significa un viaje hacia y a través de los clichés de México. Es su exploración fotográfica del lenguaje visual del México de hoy y la batalla de culturas que se desarrolla a pié de calle entre el catolicismo vernáculo del país y las marcas del consumismo global.