Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- Los que conocen a Carmen Thyssen, o a Tita, como ella prefiere que la llamen, saben que Mercedes Lasarte es una de sus mejores amigas, seguramente su mejor amiga desde hace mucho tiempo, desde los días en que las dos vivían felices, como dos peces multicolores, en un acuario llamado Beverly Hills. Cuando Mercedes, de vez en cuando, se cansa de Punta del Este y se viene a España a pasar una temporada, vuelve a ser la acompañante inseparable y la confidente de Tita. Pero Mercedes Lasarte no es sólo eso. Es también la artista preferida de Tita, su pintora de cabecera. Los que han visitado las casas de Tita recuerdan perfectamente la presencia abrumadora de las telas de Mercedes en esas paredes donde en otro tiempo colgaban los cuadros de Corot y Monet, Van Gogh y Matisse, Picasso y Hopper. El público del Thyssen conoce, sin saberlo, la obra de Mercedes a través de sus pinturas sobre seda, inspiradas en Mata Múa y en otras joyas de las colecciones, que tienen un éxito de ventas asombroso en las tiendas de los museos Thyssen. En el museo Carmen Thyssen de Málaga hay un espectacular retrato de Tita pintado por Mercedes Lasarte que recibe al visitante en el patio. Es un cuadro que quizá expresa mejor que ningún otro cómo se ve Tita a sí misma, o cómo querría verse. Menos racial y menos carnal que la Julia de Casas, que es la otra imagen de su museo malagueño. Tan legendaria como una Marilyn de Warhol, pero despojada de lo que Marilyn tiene de trágico. Y sobre todo, eternamente joven. Porque este retrato pintado todo en rosas, este icono entre neo-fauvista y neo-pop de la vie en rose es la verdadera imagen de Tita por dentro, la imagen de una niña que sueña con ser estrella de cine. Los cuadros de Mercedes Lasarte se llevan muy bien con la decoración de las casas de Tita, con los jarrones chinos, el cristal veneciano y todo ese fantástico decorado de gusto exótico que Tita llama 'estilo Marco Polo' y que evoca el mundo del cine, los sets de las películas clásicas de Hollywood. Delicioso e irreal. Recuerdo una tarde en que llegué a La Moraleja, y encontré toda la casa a oscuras, salvo por la iluminación led de una blancura lunar que caía silenciosa sobre las pinturas de Mercedes Lasarte. Los rosas y verdes turquesas de los cuadros adquirían un resplandor mágico, casi fosforescente. La carrera de Mercedes Lasarte, argentina de origen (todavía conserva el acento porteño) pero cosmopolita por vocación, ha estado vinculada a lugares como Beverly Hills y Palm Beach, Punta del Este y por supuesto Marbella. Como esos paraísos, la pintura de Mercedes ofrece al espectador una vía de escape, una escala de evasión por la cual huir de este mundo, hacia otro que nos promete la realización de todos nuestros deseos. También en eso Mercedes expresa los sueños de Tita, su ideal pastoral de un Edén de simplicidad primordial, donde la figura humana y el paisaje vivirían en una perfecta armonía. Mercedes traduce los sueños de Tita con un arabesco y un colorido decorativo que vienen de Gauguin y de Matisse --sus dos pintores preferidos--, pero que han pasado, digamos, por la psicodelia de los sesenta. Los colores candy, cuando se acumulan en ciertas dosis, terminan produciendo efectos alucinatorios. Y comenzamos a ver criaturas color rosa y fucsia suspendidas en el aire, figuras elásticas y superpuestas, sinuosas y flotantes que pueblan un país de ensueño. El mundo de Mercedes Lasarte está habitado casi exclusivamente por figuras femeninas: damas y mulatas, bañistas y sirenas. A este gineceo presidido por la figura de Tita, a la vez maternal e infantil, como una especie de maga benévola, se han incorporado recientemente también las hijas de Tita. Mis pinturas preferidas de esta exposición organizada por la Art Wanson Gallery son precisamente los dos retratos de Carmen y Sabina. Y si en los retratos de Tita pintados por Mercedes Lasarte hay mucho de ingenuo y casi infantil, en los de las niñas se anuncia una insólita seriedad.
Famosa por su habilidad para inmortalizar los mejores momentos de la vida a través de obras de gran colorido y jovialidad, el estilo propio de Mercedes Lasarte tiene una sinergia natural con la historia y el carácter de la galería. Mercedes es una pintora con una trayectoria única. Su arte no sólo define sus propias experiencias, sino también muchas de las de la vida de la Baronesa, quien, con una pasión sin igual, contribuye a este legado artístico que conecta nuestro pasado con nuestro futuro , dice Mercedes Duerinckx, cofundadora de la Art Wanson Gallery. Nacida en Argentina y graduada en la Universidad de Los Ángeles (UCLA), Mercedes pasa actualmente gran parte de su tiempo entre Los Ángeles y el sur de España. Su obra ha sido presentada en grandes exposiciones abarcando Norteamérica, Suramérica, Asia y Europa. Ha trabajado con nombres de prestigio, como Harry Winston, Paramount Pictures, Museo Thyssen-Bornemisza y, más recientemente, la gala de Christie s, liderada por S.A.R. Charlene de Mónaco y S.A.R. Príncipe Alberto II. La colección La exposición estará formada por más de 40 Obras de la Artista Mercedes Lasarte asi como una selecta colección, cedida para la ocasión de la colección privada Carmen Thyssen. El trabajo de Mercedes Lasarte está inspirado en sus viajes, sus experiencias y en una relación de 30 años con la familia Thyssen. Este vínculo le ha permitido capturar algunos de los momentos más felices de la familia, sobre lienzo. Su tratamiento del color tiene una gran cercanía con la manera en que expresa sus sentimientos y alegría de vida. Esta jovialidad y optimismo se transmiten al espectador, suscitando sueños despreocupados , en palabras de Karin Adrian von Roques, Marzo 2014. Técnica y uso del color A menudo relacionada al expresionismo, la obra de Mercedes Lasarte tiene influencias de Gaugin y sus contemporáneos fauvistas. Su intencionalidad es la de evolucionar, adaptarse, transmitir sensaciones y emociones. Ella consigue su objetivo llevando los momentos más bonitos de la vida al lienzo, perpetuándolos. El uso del color en la obra de Lasarte cubre amplias superficies claramente separadas entre sí, sin que se toquen o solapen. Esta técnica lleva el nombre de cloisonismo, y fue adoptada por algunos seguidores de Gaugin a finales de Siglo XIX. Su manera de crear formas vibrantes y caracteres, son otro vínculo más al fauvismo. Las figuras y las escenas fluyen, al no usar la artista delineación ninguna en sus creaciones. Entonces, colores y formas son reducidas a sus registros más simples y el contenido se dispone de manera elemental. La técnica es evidente con la primera mirada y la intención es la de crear una diversidad de emociones. Otra característica que Mercedes Lasarte tiene en común con los pintores del post-impresionismo es un uso del color más emocional que naturalista. Las tonalidades de verdes, azules y amarillos se usan para crear una experiencia personal, una memoria, una sensación de anhelo. Mercedes Lasarte desea formar una expresión y un carácter únicos en cada lienzo, usando los medios más básicos. El arte, como la música, nos habla de forma directa , dice la comisaria de la exposición Karin Adrian von Roques. La declaración artística del movimiento Fauve tiene origen en las armonías de superficies de colores, donde cada forma y cada color tienen el mismo valor. No hay jerarquías entre fondo y figura, y todos los elementos se convierten en parte de un todo, unificado y rítmico , continúa Karin Adrian von Roques. Como las personas, el Arte debe ser constantemente reinventado. Intento hacer esto en cada cuadro, incluso al experimentar con técnicas, colores y formas... , nos cuenta Mercedes Lasarte. Temática e inspiración Sus sujetos son figuras, personas, naturalezas muertas, animales y fantasías; todos se combinan en una cierta musicalidad y tono jovial. En las palabras de Tomás Llorens, Los verdes en sus diferentes gamas, los azules, los amarillos de sol en un iluminado interior, pero su propósito es sobre todo, evocar un estado mental, generar, por medio de una imagen casi hipnótica, una experiencia personal, un recuerdo o una añoranza. Esa añoranza, o deseo, es definitivamente el principal recurso de inspiración artística de Mercedes Lasarte; el deseo de ser parte de la escena pintada como si fuera real, para permanecer por siempre, en un jardín, a la orilla del mar, con esos amigos, como en esas tardes de la infancia que parecían nunca acabar, esos recuerdos en los que el tiempo para como en un sueño... como en una pintura Sueño con un arte equilibrado, puro y tranquilizador, sin temas inquietantes o turbadores, que sirva para cualquier trabajador, intelectual, hombre de negocios o artista, como lenitivo, como calmante cerebral, como una especie de buen sillón donde descansar la fatiga física , Henri Matisse.
Premio. 09 sep de 2024 - 13 oct de 2024 / Madrid, España
Exposición. 05 oct de 2024 - 09 mar de 2025 / Centro Botín / Santander, Cantabria, España
Formación. 15 oct de 2024 - 30 jun de 2024 / Museo Nacional Thyssen-Bornemisza / Madrid, España