Descripción de la Exposición No es casualidad que el hilo conductor entre poesía y pintura se aprecie en las obras de María José Contador. Tampoco es una intención objetiva, producto de un espíritu titánico como cuadriculado, de esos que producen sus creaciones artísticas como un ingeniero calcula un edificio. Sin ánimo de menospreciar sino de diferenciar, en el caso de María José Contador es todo lo contrario. Incluso más allá de sus intenciones es una artista plástica en toda la extensión de la palabra, y como los grandes de otras épocas, sus composiciones son más encuentros que planeamientos; de hecho, más que un plan determinado a seguir: pura y completamente 'el desvarío', el delirio que sobrecoge una tarde cualquiera a un ser copado por una lluvia de abstracciones que de repente le llevan a llenar sin saber bien por qué un cuadernillo de bosquejos. Sí, ella no eligió al espejo, fue el espejo quien le eligió a ella. Claro, se dirá que en toda obra de arte hay poesía, pero así también se puede decir de los animales, de la ingeniería, de las matemáticas, de la vida y de la muerte. Acá no se trata de subjetividades sino de un alma que vive con las palabras con la misma profundidad con que vive con los colores y las formas. Lectora discreta pero exquisita, de hablar pausado pero profundo, es de esas santas de Dios que llevan a todas partes su arte, que es arte en sí misma. Así pues, las obras que componen el siguiente trabajo son en sentido estricto la ventana de su alma; el dolor y el desánimo que a primera vista se pudiera apreciar envuelven en realidad una experiencia enriquecedora: hacen comprender por qué necesitamos a cierta edad ya no solamente la tristeza, tan pura y tan opaca, sino también la melancolía y la nostalgia, que para bien o para mal son emociones que si bien pueden inhibir a cualquiera, de ninguna forma -para mal de los involucrados e involucradas- pueden ser interpretarse artísticamente por cualquiera. En síntesis, sus pinturas parecen ser muy cercanas al espacio que conforma el éter, y a la vez pareciera que vinieran de una penumbra de allí: que fueran en último caso penumbra y éter al mismo tiempo. Hace poco le pregunté qué podría decirme de la palabra... 'Espejo', título que engloba este su último trabajo. Al día siguiente me encontré con estas líneas: 'Me devuelves tu imagen guardada en la memoria como escrita sobre la superficie cristalina de una laguna. Me cuentas todas aquellas cosas que yo no vi, aquellos pájaros emigrantes surcando tu tiempo. Aquel frío penumbroso que yo creí abrigo. Ahora siento el rumor de tu luz desde el fondo del agua hasta la orilla de mi mañana'. Alex Neira Guerrero. Chiclayo (Perú).
Exposición. 18 feb de 2025 - 15 jun de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España