La exposición memorabilia reúne tres proyectos de Sabela Eiriz que exploran la memoria desde diferentes experiencias, entrelazándose en el tiempo y en el abordaje conceptual y emocional. A través del acto de fotografiar, de la intervención directa sobre las imágenes y de la pura observación, cada uno de estos trabajos se pregunta cómo recordamos, pero también de qué forma olvidamos. En ellos se revelan la fragilidad, la subjetividad y la belleza que late en nuestros recuerdos. La exposición es una invitación a un viaje introspectivo pensando en la memoria, no tanto como un registro del pasado, sino como la posibilidad de construir una identidad emocional en el presente.
El trabajo 'distance is a state of mind' (2014-2016) se inicia como respuesta a una obsesión interna por mantener a salvo los recuerdos en un momento de profunda soledad. A modo de cartografías emocionales, los recuerdos se conectan de manera aparentemente impredecible, ahondando...en la naturaleza no lineal de la memoria. Este proyecto sirve como punto de partida para comprender el germen de 'Memorabilia (la fotografía velada es espacio para una propuesta de memoria)' (2015-2016), que parte de la frustración ante fallos recurrentes en la cámara provocando imágenes veladas, borrosas, sub o sobreexpuestas, y frustrando el propósito inicial. Este trabajo cuestiona la capacidad de la fotografía para capturar y preservar la memoria trazando dos caminos paralelos: por un lado, explorando una posible narrativa en las abstracciones generadas por la máquina y, por otro, manipulando directamente las diapositivas mediante materiales y efectos diversos, ampliando, resolviendo o transformando lo que había en ellas. Este proyecto multidisciplinar toma forma fotográfica, en vídeo y como instalación. En él, los errores se transforman en piezas artísticas únicas que revelan cómo los recuerdos se distorsionan y reintepretan con el tiempo y cada imagen se convierte en una metáfora visual de la memoria: frágil, imperfecta e íntima.
De forma paralela a esta investigación, varios acontecimientos personales detonan 'Un sitio para cada cosa y cada cosa en su sitio' (2017-2020), una serie fotográfica que incide de nuevo en el acto de recordar o, más bien, en la naturaleza huidiza de la memoria cuando la vejez y la enfermedad alteran los recuerdos. A través de una serie de bodegones con objetos recuperados y escenificados fuera de su contexto original, se construyen pequeños altares coloridos en donde, sin embargo, parece que hay algo que falta. Los objetos actúan como mediadores de una historia cuya capacidad para ser narrada es limitada y puede alterarse fácilmente.
Videos de la Exposición
la fotografía velada es espacio para una propuesta de memoria (Teaser)
Entrada actualizada el el 03 jul de 2024
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