Descripción de la Exposición
Esta exposición persigue establecer un diálogo entre un músico y su contrafigura en la plástica. El músico al ver las imágenes (arte digital y fotos) se siente atraído e identificado con ellas y se da a la tarea de componer piezas que contengan lo que ve y lo que siente al observarlas.
Es impactante cómo al describir sus piezas el músico alude y expresa exactamente el mismo lenguaje al que hace referencia el artista, sin mediar palabra entre ellos. Así pues, son capaces de propiciar el intercambio y la fusión entre tiempos y espacios que de otra forma parecerían impensables.
En las imágenes trabaja específicamente con esa falta de "característica concreta". Pretenden ir más allá de la mera referencia a lo temporal. Llevándonos más al plano espiritual, abstraído, fluido y móvil, a una realidad estética de lo trascendental.
La exposición consta de 15 obras digitales 30" x 30", 1 obra 40" x 40", 6 fotos 16" x 20" y la proyección de obras adicionales, acompañadas estas durante la apertura, por la música compuesta para ellas por Rafael Quiñones (músico del conservatorio) e interpretada en vivo esa noche por músicos del Conservatorio de Música de Puerto Rico.