De carácter autodidacta, Máximo Ramos nace en la España de finales del siglo XIX, momento en el que conviven poéticas próximas al Romanticismo, el Realismo, el Naturalismo o el Simbolismo. Por su afinidad con la literatura de Valle Inclán, el trabajo de Máximo Ramos encuentra una mayor correlación con las corrientes simbolistas protagonizadas por mujeres misteriosas y personajes que oscilan entre lo fantástico y lo monstruoso. Los fondos de dibujo y grabado pertenecientes al CTB, con los que iniciamos la programación de la Sala Máximo Ramos, constituyen ante todo un homenaje a la figura de un autor tan fascinante como desconocido. Una selección que permite corroborar la especificidad de un excelente dibujante, un consumado grabador -sobre todo al aguafuerte- y un artista único cuyo trabajo, aún hoy, nos sigue sorprendiendo.