Descripción de la Exposición Desde hace varios años, los cuadros de Max Neumann no tienen nombre alguno: se llaman simplemente Sin título. Conscientemente, el pintor quiere darnos a entender que su mundo de imágenes no puede expresarse con una simple denominación, sino con un impulso pictórico. Por tanto, esta pintura ha de ser observada desde la parquedad verbal: se basta por sí misma, expresiva e incógnita, sin necesidad de interpretaciones. Al adentrarnos en los cuadros de gran formato que Max Neumann ha realizado en los últimos años, tal vez lo primero que percibimos es una calma profunda, misteriosa. La cabeza y la figura humana -en tanto constante fundamental, junto con los otros objetos adscritos a ella- se nos presentan anónimos, alienados. Este anonimato no se consigue solamente con el tratamiento del material, ni con el empleo esporádico de plantillas, sino sobre todo con la ausencia de atributos humanos como las manos, la nariz, la boca, incluso los ojos. Esta ausencia se ha ido haciendo más acusada en los últimos años: a menudo sólo se aprecia el contorno de la cabeza y de la oreja. Si el origen primigenio del cuadro es la intranquilidad, es una inteligencia serena la que lo cubre con un manto capaz de transmitir una calma casi metafísica. Es, en definitiva, bajo el filo de una mirada diseccionadora, una intranquilidad cubierta de piel, maquillada por el color. En anteriores etapas de la obra de Max Neumann, la propia superficie del cuadro dejaba ver claramente esta intranquilidad en unas líneas desconcertantes, inseguras, equívocas, inconexas y en unas transiciones nerviosas. Parece como si estos últimos años el pintor hubiera dedicado toda su energía a dominar esta intranquilidad y, en consecuencia, a suprimir de sus obras los elementos anecdóticos y críptico-narrativos. Algunas de sus cabezas tienen los ojos tapados. Un ojo podría ser un factor alterador en la calma ahora lograda. Ahora lo que cuenta sobre todo es la figura, la forma y su color; son las relaciones que se establecen entre ellas dentro de una estructura predeterminada, con campos cromáticos delimitados con nitidez. Esta densidad, ejecutada con innegable maestría y sin perder jamás de vista la composición arquitectónica del cuadro, provoca una gran intensidad y, por ende, una monumentalidad que nos cautiva sin remisión.
Exposición. 26 nov de 2024 - 16 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 30 nov de 2024 - 01 dic de 2024 / Mara Mara Liburuak / Vitoria-Gasteiz, Álava, España
Raquel Bravo + Caliza (Introspektivas 2024 In Situ Art Festival)