Descripción de la Exposición
Henri Matisse (1869-1954) realizó alrededor de ochocientos grabados además de ilustrar diversos livres d’artiste. En el año 2013 Marlborough Nueva York realizó la exposición “The essence of the line”, una muestra con ochenta obras centrada en el trabajo del artista en este campo. Marlborough Barcelona presenta ahora por primera vez una exposición individual centrada exclusivamente en la obra gráfica de Matisse. En ella se muestra una selección de veinte obras que abarca prácticamente medio siglo de sus creaciones en este campo, y se exponen diferentes tipos de grabados: aguafuertes, aguatintas, litografías y punta seca.
Es interesante percatarse de la particular actitud que mantenía el artista francés con la obra gráfica, dado que se trataba de un proceso muy personal; una extensión del dibujo: algo que no es de extrañar puesto que la línea es uno de sus rasgos más identificativos. A pesar de haber realizado innumerables creaciones durante toda su vida, Matisse concentraba la ejecución de su obra gráfica en periodos intensos que normalmente se iniciaban después de un extenso periodo pictórico. Por lo tanto, se podría decir que para el artista la realización de grabados actuaba como un bálsamo o una desconexión de un prolongado periodo creativo dedicado al lienzo.
Otra singularidad respecto a la obra gráfica de Matisse es su naturaleza íntima, evidenciada en la elección de temas, mayoritariamente retratos de su familia, amigos, artistas o modelos femeninas, así como también sus odaliscas (después de su viaje al norte de África). De entre todos ellos, los retratos de mujeres y el desnudo femenino cobra especial protagonismo, como se puede comprobar en algunas de las obras expuestas: Le grand nu (1906), Nu assis dans l’atelier (1929) o Nu couché (1929). Asimismo, el proceso de trabajo de los grabados lo llevaba a cabo en su estudio, a diferencia de otros grandes artistas que dependían de una estrecha relación con sus grabadores en los talleres de estos. En consecuencia, al tener su propia prensa, podía pasar el tiempo que quisiera en la creación del mismo, sin necesidad de compartirlo con nadie. En la exposición también se podrá ver el grabado “La Danse” reproducción del mural de gran escala homónimo que el Dr. Albert Barnes le encargó a Matisse para la Barnes Fondation.
Sus grabados en aguafuerte y punta seca suelen ser de pequeña escala, y el dibujo parece ser espontáneo e inmediato, caracterizado por la fluidez lineal. Respecto a los últimos, el propio artista indicó: “No soy consciente de lo que pasa por mi cabeza mientras realizo mis grabados. Miro al objeto y transmito mi impresión con una línea continua.” (Conversación entre Matisse y Matthew Stewart, 1914), algo que se aprecia claramente en: Torse, bras gauche derrière la tête (1926). Por otro lado, sus litografías como Jeune fille en robe fleurie au col d’organdi (1923), que son de mayor escala, explotan las posibilidades tonales del medio, proporcionándole el efecto de volumen y profundidad y creando escenas ricas en detalles y texturas. Respecto a los grabados en aguatinta, si lo normal sería utilizar la técnica para añadir sombra, tono y profundidad, Matisse se servía de este método para dibujar mediante línea pero con trazos gruesos con el objetivo de capturar la emoción inmediata de sus modelos. Esta amplitud en el trazo se observa en las dos aguatintas de la exposición: Bédouine au large visage (1947) y Bédouine au long visage (1947).
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