Descripción de la Exposición La Música, tal y como dijo Proust, podía haber sido -de no haberse inventado el lenguaje, la composición de las palabras, el análisis de las ideas- la comunicación de las almas. Es por ello que, en ocasiones, el creador siente la necesidad de escapar a toda disciplina y limitación culturales, aventurándose en un viaje errático de caminos no recorridos. El particular lenguaje imaginario del compositor Wim Mertens, que nos traslada a lo que bien pudiera ser un nivel prelinguístico, correspondería a este impulso por plantear estrategias para desarticular los parámetros establecidos, en base a los que ordenamos, atamos y, en definitiva, amordazamos nuestra realidad. Inspirada en los temas que componen After Virtue, Lorena presenta una serie de pinturas en las que el deseo del espectador de reconocer imágenes, de acuerdo a un referente externo, se frustra, ofreciéndole la posibilidad de exponerse a un lenguaje alternativo: el de la experimentación de las sensaciones que producen las imágenes/cosas. La práctica pictórica de la artista, lejos de rechazar categorías absolutas, oscila entre el método y el azar. El uso de formas puras, generadoras de espacios de sosiego, actúan como diques contenedores de un fluir del pigmento que es detenido para, por su propia naturaleza, volver a fluir. Austeridad y sensualidad pictórica como reflejo de una doble mirada simultánea basada en la contemplación y la experiencia, pilares básicos e indispensables para el sustento de la capacidad de habitar en el interior de la contradicción.