Para un medio muy poco habituado a la “arquitectura de autor” como el uruguayo, Mario Payssé no sólo representa un caso extraño sino también uno de esos pocos ejemplos donde la consistencia lógica del pensamiento ofrece los puntos de partida imprescindibles para una obra extremadamente creativa y personal.
Como un poeta que necesita conocer el significado profundo de cada una de las palabras, y sentir en carne propia la música encerrada en un verso, el arquitecto jamás renunció a buscar los fundamentos de su obra dentro del propio lenguaje de la disciplina. Paso a paso y con una voluntad inquebrantable, Payssé emprendió un viaje por el interior de la arquitectura donde conoció las propiedades de los materiales y el rigor de cada clima, se detuvo a escuchar las viejas verdades encerradas en las arquitecturas antiguas o simplemente anónimas, afinó la vista hasta determinar las dimensiones y proporciones exactas de cada...componente y cada espacio, encontrar el lugar de las artes plásticas dentro de la arquitectura o la relación del edificio con el paisaje y la naturaleza.
Payssé parece haber comprendido como pocos, que el pensamiento riguroso y el trabajo paciente lejos de ser la cárcel del individuo, o la ruina de su creatividad, representan el mejor instrumento de libertad y el legado vivo de las generaciones precedentes.
Pero sería un error creer que la racionalidad extrema no tiene sus sombras ni despierta sus propios monstruos, o que Payssé fue un creador solitario recluido en su paraíso artificial. Nada menos ajustado a la realidad: el arquitecto no sólo trasladó sus hallazgos y especulaciones a la extensa obra de arquitectura, sino también, incursionó con gran dedicación en la enseñanza y divulgó su pensamiento a través de todos los medios que tuvo a su alcance. Payssé fue un hombre público y también político, un polemista arriesgado y por momentos arrogante y, sobre todas las cosas, un constructor de obras de arquitectura.
La muestra Mario Payssé o el arte de construir propone un recorrido por materiales de trabajo donados al Instituto de Historia de la Arquitectura junto a otros conservados por la familia del arquitecto. El visitante no va a encontrar un sistema ordenado por jerarquías y fechas, sino más bien una invitación a perderse y encontrarse dentro del tejido vivo de su pensamiento en plena construcción.
Entrada actualizada el el 20 sep de 2017
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