Con esta serie de fotografías se ahonda en el interior del ser humano y su relación más profunda con el surf. Por un lado nos encontramos la necesidad de exploración y aventura que nos transporta a escenarios remotos, aguas turquesas y culturas ancestrales. Y por otro lado observamos la lucha interna entre los desafíos y miedos que el surfista acepta cada vez que sale al mar en condiciones incómodas. Se trata de un viaje interno en cada una de sus facetas, cuidando al máximo la estética fotográfica, las luces bajas y una gama tonal que va desde el verde más tropical hasta los grises más húmedos. Todas estas obras han sido fruto de diversos trabajos repartidos entre Europa, Tahití, Centroamérica, Australia, Hawai y las Islas Salomón.