Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- La exposición, 'Mar Solís. La Línea, la curva, la elipse' presenta 48 obras realizadas entre 2009 y 2012, entre las que se incluyen, esculturas, dibujos, libros de artista, una proyección y dos instalaciones formadas, a su vez, por múltiples piezas de caoba con que dibujan formas livianas y transparentes en el espacio expositivo. Las obras de Mar Solís son lugares de reflexión, meditaciones abstractas sobre la fragilidad y el equilibrio. El catálogo de la muestra reproduce la instalación en la Galería 3 del IVAM y contiene textos de Consuelo Ciscar, directora del IVAM, Rafael Sierra, comisario de la exposición, José Mª Riello, Emma Rodriguez y Laura Revuelta. Mar Solís (Madrid, 1967) utiliza el lenguaje de la abstracción en sus esculturas y concede gran importancia a los materiales. En las obras que expone en el IVAM ha elegido la madera. La madera como material vivo y cálido, cuya belleza es esencial, aporta a la obra una función simbólica. Se trata de una madera sometida a un proceso de transformación, que oscurece la superficie rojiza para darle la apariencia del acero cortén oxidado. Mar Solis utiliza la luz como una materia transparente que genera sombras con las que profundiza su trabajo sobre las propias esculturas así como sobre el espacio expositivo. Espacio que configura como si se tratara de atrios o pórticos, que acentúan la percepción del tiempo detenido, la evocación del silencio y el carácter sagrado, casi eterno, de los árboles, generando lugares propicios a la meditación. En la disposición de las obras en el espacio expositivo otorga especial relevancia a las sombras que se proyectan sobre el suelo y los muros de la sala. Al integrarlas en la pieza mediante el dibujo con ellas rompe los límites que imponen, tanto la naturaleza del material como el concepto inicial de cada obra. El juego de sombras transforma los contornos de las esculturas en dibujos que se expanden por el espacio expositivo. Sombras que, según la artista, son las que terminan por hacer la escultura. Gracias a la luz, que ahueca, realza, en definitiva, la obra final. Mar Solís devuelve a la escultura a su estado primigenio, el del mero dibujo, evidenciando esa transformación. En su proceso de creación, dibujo y escultura son partes integradas en la misma obra. La escultura de Mar Solís materializa una poética del espacio donde el interior y exterior de las esculturas se confunde, cada una por separado constituye una suma de espacios: los que crea cada escultura y los que crean las sombras y los dibujos que, fusionándose con ellas, la artista disemina por suelos y paredes, generando un espacio único y subyugante Las esculturas de Mar Solís actúan, a su vez, como instalaciones que intervienen el espacio y lo transforman. Pues unen a su vocación espacial una modificación escenográfica que incita al espectador a adentrarse y circular entre sus esculturas. Una obra que pone de manifiesto, además de la lucha con el material, el enfrentamiento con el peso y la gravedad que determina la propia creación escultórica. Mar Solis nos presenta sus obras reposando directamente sobre el suelo, formas que se elevan en un espacio que delimitan y definen al reposar sobre el muro generando formas y movimientos arquitectónicos. Cada una de sus piezas se eleva sobre formas sutiles, como extremidades, cuyas sombras dibujan un claustro retorcido y vegetal en las paredes. Esculturas a gran escala que se elevan como vides o emparrados arquitectónicos con estructuras de línea y sombra que dibujan estancias que invitan a la reflexión, meditaciones abstractas sobre la fragilidad y el equilibrio. La madera fue el primer material que empleó en sus esculturas y en su investigación sobre los volúmenes. Más adelante, empleó además de la madera, el acero impulsada por la necesidad de trabajar un material más frío y con menos información, con otro tipo de carga, así surgieron proyectos como Encuentros con la pared, Balcones a escena, El Agua del Leteo o El Cielo abierto entre otros. Pero en esta ocasión ha decidido regresar a la madera que le permite desarrollar en profundidad esa línea de dibujo que protagoniza su trabajo. Como en la serie titulada 'Coronas', un conjunto de piezas ancladas en la pared por encima de las cabezas de los espectadores, en las que, la artista ha dibujado con carbón y grafito realzadas las sombras que proyectan sobre el muro. Gesto que pone de manifiesto la importancia de lo intangible, el peso de la sombra, atrapadas en una imagen y una estructura fantasmagóricas casi al borde de su desaparición. La exposición dedica una sección a mostrar los cuadernos de viajes en los que Mar Solis resume sus experiencias, visiones y vivencias en sus deplazamientos a través de ciudades como Damasco, Londres, París, y territorios como Nicaragua, Argentina o Marruecos. En sus páginas no sólo vemos surgir el estudio de una nueva obra o el inicio de un nuevo proyecto, sino que cada cuaderno se transforma a su vez en un objeto escultórico dotado de su propio significado.
La muestra, patrocinada por Fomento Urbano, presenta 48 obras realizadas entre 2009 y 2012, entre las que se incluyen, esculturas, dibujos, libros de artista, una proyección y dos instalaciones formadas, a su vez, por múltiples piezas de caoba que dibujan formas livianas y transparentes en el espacio expositivo. Mar Solís utiliza el lenguaje de la abstracción en sus esculturas y concede gran importancia a los materiales. En las obras que se exponen en el IVAM ha elegido la madera de caoba a la que ha sometido a un proceso de transformación, oscureciendo la superficie rojiza para darle apariencia del acero cortén oxidado. Además, utiliza la luz como materia transparente que genera sombras logrando un efecto de profundidad sobre las propias esculturas, así como sobre el espacio expositivo.
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España